Sobre Black Clover en pocas palabras:

Black Clover es una serie de anime y manga que sigue la historia de Asta, un joven huérfano que vive en un mundo donde la magia lo es todo. A pesar de que Asta no tiene ningún poder mágico, su determinación y fuerza física lo llevan a unirse a la Orden de los Caballeros Mágicos, donde trabaja junto a su mejor amigo Yuno para proteger su reino de los enemigos que amenazan su paz. Con acción emocionante, personajes memorables y una trama emocionante, Black Clover es una serie que no te puedes perder.

Conoce a los personajes de Black Clover

Asta

¡Asta es pura energía en persona, siempre gritando y corriendo hacia lo imposible! Anti‑magia, espada enorme, y una obstinación que da risa porque funciona, en serio; no entiende la mitad de las sutilezas y aún así lo clava. Tiene un corazón de oro y es terriblemente imprudente, aunque a veces secreta que lee un poquito —no mucho— sobre tácticas (sí, lo juro). Ah, y come como si quisiera alimentar a un ejército, aunque a veces se pone sentimental por cosas pequeñas y te sorprende.

Noelle Silva

Noelle es el clásico tsundere noble que por fuera parece hielo y por dentro es un huracán de sentimientos, ¡me encanta! Controla el agua con estilo y aprende a pelear en serio después de muchos tropezones (literalmente, le encanta tropezar cuando intenta mostrarse digna). Tiene una confianza que sube y baja sin aviso, un segundo es regia y al siguiente está hecha un lío, pero siempre protege a su gente con todo. También hay algo ridículamente conmovedor en su orgullo, y a veces come millones de galletas para calmar los nervios, o al menos eso leí en algún lado.

Yami Sukehiro

Yami es el jefe que no sigue reglas, fuma como si no hubiera mañana y lanza insultos con la misma facilidad con la que lanza espadas; sí, es rudo pero cariñoso a su manera. Tiene esa vibra de “no me importa nada” pero si te equivocas con sus chicos aparece en primera fila para pegarte (literalmente). Es sorprendentemente filosófico cuando quiere, y se ve que disfruta de un buen ramen a medianoche —o de comidas que nadie más quiere—. Es perezoso y exigente al mismo tiempo, contradicción total, y por eso lo adoramos.

Yuno

Yuno es la calma hecha persona: preciso, frío, talentoso y terriblemente centrado, como si tuviera un viento interior que todo lo ordena. Prodigio del hechizo de viento, lo ves y piensas “serio y distante” pero luego hay momentos pequeños donde su lealtad te parte el corazón (sí, siempre contra Asta, obvio). Tiene esa estética de héroe antiguo pero también un humor que aparece en chispazos inesperados, a veces sonríe y te sorprende. Es misterioso, eficiente y un poquito melodramático cuando la situación lo pide.

Finral

Finral parece el típico galán que evita el peligro pero luego hace cosas valientes cuando nadie lo espera, una gran contradicción que funciona. Su magia espacial es una locura útil (teletransporta a todos y es el MVP en mil peleas) y además es increíblemente social, le encanta coquetear y comer fuera, aunque a veces se le note el pasado en la mirada. Es un poco cobarde en la superficie, pero si te importa, te cubre las espaldas como nadie; sus bromas son infames, en serio, las peores. Y sí, tiene un lado sensible que guarda en canciones tristes que solo él canta a medianoche.

Charmy Papittoson

Charmy es una bomba adorable: come como un monstruo, parece infantil y al mismo tiempo es la persona más peligrosa cuando empieza a cocinar/aumentar su magia (no sé cómo funciona, pero es glorioso). Tiene una obsesión con la comida que es real y tierna, y su magia de oveja sorprende porque de pronto te ataca con un ejército de algodón; es dulce y letal, una mezcla rara. A veces es perezosa, otras es hiperactiva, y siempre llega con migas en la ropa y una sonrisa inocente. Y juro que alguna vez la vi haciendo manualidades, aunque eso no pega con que también arrase en combate.

Luck

Luck es pura descarga eléctrica: imprevisible, le encanta pelear y siempre tiene esa sonrisa maniaca que te hace pensar que disfruta el caos. Es el típico que vive por la adrenalina, ataca primero y pregunta después, y aun así no es malvado, sólo… intensamente competitivo. Tiene un sentido del humor oscuro y a veces dudarías de sus prioridades porque jura que la paz es genial pero va directo a la batalla igual. Ah, y tiene la costumbre de darle pequeños apodos a la gente, aunque luego lo niega y actúa como si nada.

Vanessa

Vanessa es la idea de “mejor dejarla tranquila” envuelta en hilos rojos y café; relajada, fumadora, con un talento para despejar problemas con su magia de hilo como si fuera una costurera de destinos. Tiene esa vibra de chica guay que puede cambiar la realidad y aun así prefiere pasar la tarde en el sofá, súper despreocupada pero letal cuando toca. Es el tipo de persona que te ofrece sabios consejos con tono de broma y luego hace exactamente lo que tú necesitabas sin dramita. A veces parece lectora de tarot, otras veces una gamer que siempre gana; no es consistente a propósito, y es genial.

Gordon

Gordon es el miembro extraño y silencioso que de repente suelta cosas inquietantes en voz baja y todos prestan atención, tiene un aura misteriosa y algo gótico (en el mejor sentido). Es tímido hasta la médula, parece que siempre habla en susurros, y sin embargo su magia puede ser bastante peligrosa, lo que crea un contraste fascinante. Le gusta la tranquilidad, las plantas raras y quizá hornear cosas pequeñas en su tiempo libre, aunque eso no suena a alguien con poderes oscuros, lo sé, pero es parte del encanto. Hay una sensibilidad profunda ahí, como si llevara muchas historias en mirada triste y poca charla.

Magna

Magna es pura furia juvenil con música a todo volumen; es loud, impetuoso, grita, pelea, ríe, y después se arrepiente como quien se ríe de su propia mala canción. Usa fuego en la forma más ruidosa posible y es hiper leal a sus amigos, un tipo que te reclama y te abraza en la misma escena, lo cual es precioso. Tiene un sentido del humor brutal y a veces actúa antes de pensar —y luego lo vuelves a querer por eso—. También es sorprendentemente sentimental con ciertas tradiciones y canciones viejas; no lo admitiría en voz alta, claro.