¿Quién eres en Death Parade según tus preferencias alimentarias?
Bienvenido al quiz ¿Quién eres en Death Parade según tus preferencias alimentarias? Si eres fanático del anime o de las series de televisión, ¡este quiz es para ti! Death Parade es una serie de anime que sigue la historia de dos jueces que deciden el destino de las almas que llegan al bar Quindecim después de su muerte. En este quiz, descubrirás quién eres en Death Parade según tus preferencias alimentarias. ¿Eres un amante de la comida picante como Decim o prefieres los dulces como Chiyuki? ¡Descúbrelo ahora! Desplázate hacia abajo y haz clic en el botón Comenzar para comenzar el quiz.

Sobre Death Parade en pocas palabras:
Death Parade es una serie de anime que sigue a un par de jueces, Decim y Chiyuki, que trabajan en un bar misterioso llamado Quindecim. Allí, reciben a las almas de los muertos y los someten a una serie de juegos para determinar su destino final. A medida que los juegos avanzan, los personajes enfrentan sus verdaderas personalidades y pecados pasados. La serie explora temas profundos como la vida, la muerte, la moralidad y la redención. Con una animación impresionante y una banda sonora conmovedora, Death Parade es una serie emocionante y conmovedora que dejará a los espectadores reflexionando sobre la vida y la muerte.
Conoce a los personajes de Death Parade
Clavis
¡Vale, Clavis es ese tipo que siempre parece saber más de lo que dice y te pone nervioso a propósito! Es el encargado de los detalles raros: controla quién entra, organiza los bares y colecciona cosas (tengo la corazonada de que guarda cucharas antiguas, o tal vez fue un reloj, no sé). Frío por fuera pero con una especie de sentido macabro del humor, y siempre aparece cuando menos lo esperas — como el vecino que vigila tu casa pero con traje y gafas. A veces parece paternal y otras veces parece el villano secundario; básicamente tiene muchas capas que te hacen querer preguntarle por su té favorito.
Decim
Decim es el bartender-arbitro por excelencia, todo elegancia contenida, traje impecable y actitud de “no me alteres” (pero spoiler: se altera, poquito a poco). Es metódico, obsesionado por las reglas y por entender qué es justo, aunque a veces su tono es más frío que una nevera; eso lo hace perfecto para el trabajo y terrible para las conversaciones emotivas. Tiene momentos de ternura que aparecen como errores adorables — tipo cuando intenta sonreír y queda raro pero te derrite — y siempre parece medir cada palabra como si fuera una cuchara en la cocina. Ah, y juraría que colecciona servilletas con notas, o eso me inventé, pero pega su perfil.
Chiyuki
Chiyuki es la humana que llega medio perdida y termina poniendo orden en el caos emocional de Decim, con una calma que te abraza aunque no quiera. Es dulce pero con una tristeza que no siempre se ve; a veces ríe de manera tímida y otras se queda mirando al vacío como que recuerda un sabor antiguo (¿azúcar quemada? no sé, se me ocurre). Tiene una ternura real — cuida detalles mínimos, como doblar las servilletas, y se enfrenta a juicios con una honestidad que raja la pantalla. A veces parece frágil y otras sorprendentemente fuerte; vaya mezcla, me encanta.
Nona
Nona es como la jefa suprema con estilo: elegante, sarcástica y peligrosamente eficiente, la que mueve los hilos y finge no hacerlo. Tiene ese aire de “ya lo he visto todo” y aun así se permite disfrutar (o torturar) a sus subordinados con comentarios mordaces, más maternal que cruel… la mayor contradicción. Sabe cuándo romper reglas y cuándo seguirlas al pie de la letra, y te da la sensación de que tiene historias infinitas de cafés raros que sólo ella probó. Si fuera un postre, sería algo bello pero inesperado, tipo mousse con chile — refinada y con filo.
Mayu Arita
Mayu es una persona menos conocida quizá, pero con una energía curiosa y un montón de capas pequeñas que salen en ráfagas: parece normal y luego te sorprende con algo totalmente raro. Tiene una obsesión (real o inventada por mí) con la cocina casera, algo así como “si los sentimientos fueran comida, yo haría sopa”, y habla mucho con ojos de sorpresa. A veces su memoria o su sentido de la realidad flaquean, pero eso la hace más humana y un poco adorablemente imprevisible. Puede ser dulce y un poco torpe; la imagino siempre perdiendo un calcetín.
Quin
Quin (sí, sólo Quin, como esas personas seguras de sí mismas) es la que mira las reglas desde arriba y toma notas, con una actitud profesional casi científica — tipo “esto es trabajo, no drama” — pero con pinceladas de ironía. No es fría exactamente, es más bien casi clínica: observa, evalúa y anota con una calma que te hiela y te fascina al mismo tiempo. Hay rumores (o mi imaginación) de que colecciona llaves y que le gusta el té amargo; se la ve con una libreta siempre, aunque a veces la deja en la mesa y se olvida (o finge olvidar). En resumen, una mezcla de bibliotecaria seria y psicóloga que no se anda con rodeos.
Oculus
Oculus tiene esa vibra medio etérea, medio tecnológica, como si fuera un ojo que todo lo ve — literalmente su nombre lo sugiere, ¿no? Es misterioso, con presencia imponente y una tendencia a aparecer en los momentos más incómodos, observando como si fuera una cámara. A la vez puede ser sorprendentemente juguetón (sí, lo dije), deja comentarios que cortan pero que también hacen pensar, y se siente como un narrador que a veces se olvida de ser amable. No sabría decir si le gustan los dulces o el sushi, pero apuesto a que tiene un snack secreto en su despacho.
Ginti
Ginti es el arbitro ruidoso y sanguíneo que aparece como el contrapunto violento del mundo pulcro de Decim: le encantan los juegos, las reglas un poco retorcidas y ver reacciones fuertes. Es directo, a veces cruel, se regodea en el conflicto — y sí, eso lo hace aterrador pero también extrañamente coherente: vive para la prueba. Tiene un estilo más desaliñado, como si llegara con la corbata torcida y una sonrisa de “esto se va a poner bueno”, y aún así algo en él muestra heridas, así que no es sólo maldad gratuita. Me lo imagino comiendo comida rápida a medianoche y tarareando una canción mala, así, por contrastar.
