Sobre High-Rise Invasion en pocas palabras:

High-Rise Invasion es una serie de anime que sigue a la estudiante universitaria Yuri Honjo, quien se encuentra atrapada en un extraño mundo de rascacielos conectados por puentes colgantes. Allí, debe luchar por su supervivencia contra enemigos enmascarados y otros participantes del juego mortal que se lleva a cabo en el mundo de los rascacielos. Con la ayuda de un misterioso hombre llamado Sniper Mask, Yuri intenta encontrar una manera de escapar de este mundo peligroso y descubrir la verdad detrás de su existencia. La serie es emocionante y llena de acción, con algunos momentos de terror y violencia.

Conoce a los personajes de High-Rise Invasion

Yuri

Yuri es el tipo de protagonista que no puedes evitar apoyar aunque te saque canas; decidida, testaruda y con un instinto feroz de proteger a los suyos (sobre todo a su hermana, sí, siempre esa hermana). Tiene una mezcla extraña de nerviosismo y coraje —a veces tiembla y al segundo siguiente está improvisando una trampa genial— y honestamente me encanta que no sea perfecta. Le dan pánico las alturas, o eso dice, pero la ves peleando en azoteas como si fuera lo más normal del mundo (confuso pero cool). Ah, y algo ridículo: siempre anda con snacks en el bolsillo; no sé cómo lo hace pero ahí están, conservados como por arte de magia.

Mayuko

Mayuko es la calma en medio del caos, súper observadora, casi fría a ratos, pero con una fortaleza interior que te sorprende cuando menos lo esperas. Se nota que piensa cada movimiento, como una jugadora que nunca muestra las cartas hasta el último segundo —estratega, basically— y aun así tiene momentos de inseguridad que la hacen real. A veces parece frágil (literalmente parece que se rompe), y luego te deja boquiabierto con una decisión brutalmente eficiente; no sé si eso la hace más tierna o más aterradora. Pequeño dato random: colecciona horquillas de pelo y las tiene como trofeos, lo juro, muy raro pero adorable.

Rika

Rika es la chispa que rompe el drama, pequeña pero con una valentía que no cuadra con su tamaño; encantadora, ruidosa y, sorpresa, más resiliente de lo que aparenta. Tiene esa inocencia que derrite corazones pero ojo, no la subestimes: ha sobrevivido más que varios adultos y tiene una intuición inquietantemente buena. Es la que te saca una sonrisa en medio del apocalipsis y también la que te recuerda que a veces la gente más joven ve cosas que los mayores no ven. Y sí, lleva un peluche a todas partes (o lo llevaba, o lo dejó, no sé), pero es su amuleto, o eso dice.

Kuon

Kuon es el misterio andante, frío, calculador y con una sonrisa que da escalofríos (o eso recuerdo; a veces sonríe, otras es serio como piedra). Tiene un aura de villana elegante, le gustan los juegos psicológicos y parece disfrutar analizar a la gente como si fueran piezas en una partida —y sí, eso asusta, pero fascina a la vez—. De pronto muestra un atisbo de humanidad (flashback vago aquí) y uno se queda pensando si no hay algo más roto detrás de esa máscara; o quizá estoy mezclando personajes, pero me gusta creer en la complejidad. Extra: huele a lavanda, o juraría que sí; demasiado teatral, lo sé.

Yayoi

Yayoi es energía pura, graciosa y con un sentido del humor rarito que se cuela en los peores momentos y te salva el día (o te confunde, depende). Es rápida para tomar decisiones, ingeniosa con recursos improvisados y tiene una lealtad a prueba de balas; también le entra la melancolía de vez en cuando, who knew. A veces parece que detesta la violencia pero luego afila cuchillos como si fuera chef profesional —contradicciones forever— y eso la hace impredecible y encantadora. Pequeño detalle inútil: hace chistes malos sobre gatos en medio de pelea y juro que alguien debería habérselo prohibido.

Kazuma

Kazuma es el tipo serio que guarda un pasado pesado bajo esa expresión calmada; práctico, protector y con una habilidad para liderar que no siempre quiere admitir. Tiene un código moral extraño (a veces blando, a veces brutal), pero su lealtad es inquebrantable y se nota que daría todo por quienes le importan. Hay momentos en que parece casi zen y al segundo siguiente explota con una furia que te sorprende —muy humano, ¡me engancha totalmente! Y sí, rumor: colecciona mangas viejos y los lee para dormir; otra faceta blanda que nadie espera.