Sobre Kingdom en pocas palabras:

Kingdom es un anime y serie de televisión que se centra en la historia de un joven llamado Shin, quien tiene como objetivo convertirse en un gran general en la era de los Reinos Combatientes de China. Acompañado por su amigo y mentor, Hyou, Shin se une al ejército del Rey Ei Sei para luchar contra los otros seis estados en una guerra por el control de China. A través de su viaje, Shin se enfrenta a desafíos, traiciones y peligros, pero siempre mantiene su determinación y lealtad hacia su rey y su sueño de convertirse en un gran general. Kingdom es una historia emocionante y épica llena de acción, estrategia y drama.

Conoce a los personajes de Reino

Ri Boku

Ri Boku es el cerebro helado que todos temen y admiran al mismo tiempo — estratega en estado puro, con una calma tan profunda que parece que nada le despeina, aunque en realidad sí se despeina un poco, no mientas. Calculador, prefiere ver el tablero entero antes de mover una sola pieza y eso lo vuelve casi imbatible; también guarda secretos raros como si coleccionara postales antiguas (o tal vez son cartas de amor, quién sabe). A veces habla como si fuera un profesor de historia y otras como si estuviera contando un chisme jugoso, lo cual es desconcertante y perfecto. Si lo tuvieras enfrente te daría escalofríos y te invitaría a té, o a una trampa, depende del día.

Mou Bu

Mou Bu es puro músculo con un corazón de… bueno, también músculo, pero con una pizca de orgullo ridículamente épico. Ama la pelea, la sangre y las sonrisas enormes después de hacer algo bestial, y al mismo tiempo tiene una especie de código de honor viejo y polvoriento que respeta más que a su propio armamento. Tiene manías curiosas, como hurgar en los bolsillos de la gente aburrida o coleccionar conchas —no tiene sentido y por eso lo quieres—. Brutal en el campo, sorprendentemente simple fuera de él; no esperes delicadezas, espera un golpe, una carcajada y posiblemente un pastel extraño en su mochila.

Ren Pa

Ren Pa es la tormenta elegante: orgulloso, feroz y con una presencia que corta el aire como un cuchillo. Es de esos líderes que te hacen sentir diminuto y, honestamente, un poco vivo; inspira lealtad como quien respira. Tiene un aura casi aristocrática, aunque cada tanto mete bromas secas y tiene gatos invisibles que nadie más ve (no estoy bromeando, creo que alguna vez dijo algo así). Estratégicamente es directo y brutal, sin florituras, pero ojo, eso no significa que no tenga sorpresas bajo la manga —y una bata de seda, probablemente—.

Ou Ki

Ou Ki es la leyenda con sonrisa fácil y un ego cómodo; tactos, honor, carisma a raudales, y esa risa que te hace confiar en él aunque sea una locura. Maestro en maniobras audaces, le encanta arriesgar y luego bromear sobre cómo todo salió perfecto, como si supiera desde siempre que así sería. Tiene manías cómicas, tipo que siempre come algo raro antes de la batalla (galletas, pepinillos, LEDs, quién sabe), y es capaz de derribar un ejército y luego pedir que le planchen la capa. A veces parece demasiado bueno para el mundo, otras veces simplemente te desarma con un comentario sencillo y te hace pensar que todo tiene sentido.

Yo Tan Wa

Yo Tan Wa es una fuerza de la naturaleza envuelta en una sonrisa inesperada; mandona, carismática y con un sentido de la responsabilidad gigante, pero también le encantan los peluches y las metáforas complicadas. Si la ves en el campo se nota que manda con inteligencia y una intuición casi maternal, y también podría narrar una historia de caza mientras cose inventos raros en la tienda de campaña. Tiene contradicciones lindas: dura en el trato pero regala galletas, y de alguna manera siempre sabe qué hacer con una situación imposible —o al menos finge que lo sabe y funciona—. Es regalona y tremenda, y cuando habla se siente que el mundo se sostiene porque ella lo quiere así.

Tou

Tou es silencioso pero letal, ese tipo de personaje que te mira una vez y ya supiste que no conviene enfurecerlo. Reservado, extremadamente competente, casi zen, pero con detalles curiosos como que colecciona hojas secas o que escribe haikus malísimos en momentos de tensión; eso lo humaniza y te hace sonreír. En batalla es preciso, casi fríamente eficiente, pero fuera de ella puede terminar en situaciones sociales torpes y adorables —no lo admitirá nunca, claro—. Tiene una presencia contenida que pesa más que cualquier ruido, y cuando actúa, todo el mundo se da cuenta demasiado tarde.

Ou Sen

Ou Sen es la cabeza fría que vive varios movimientos por delante, maquiavélico en el sentido más fascinante: te sorprende con decisiones raras que, oh sorpresa, funcionaron. Ambicioso, calculador y con una sonrisa que no revela nada, pero a veces tropieza con su propio orgullo y suelta un chiste malo; sí, el estratega también tiene humor barato. Le encantan los planes dentro de los planes y los nombres en clave, y guarda figuritas de papel que nadie debería ver; la explicación es nebulosa y quizá no exista. Peligroso en la política y en el campo, pero también ridículamente humano en sus pequeñas manías nocturnas.

Kan Mei

Kan Mei es la combinación de diplomacia fina y mano firme, esa persona que susurra y todo responde, pero que si se enoja puede desarmar una sala con la mirada. Sabe escuchar, manipular sutilmente (sí, lo hace y lo disfruta) y tiene una elegancia cutre, como si llevara siempre bufanda aunque haga calor. A veces aparece como misterioso, otras veces se muestra demasiado conversador y cuenta historias que parecen exageradas (probablemente lo estén). Tiene un humor ácido y una colección secreta de tazas con frases malas, lo que lo hace a la vez temible y extrañamente adorable.

Kyou

Kyou es el espíritu indomable que va de frente, impulsivo, leal hasta el extremo y siempre listo para ponerse en medio de lo imposible —y además tiene un peinado que desafía la gravedad, obvio. No piensa demasiado antes de actuar, y eso lo mete en problemas pero también le gana héroes en cada esquina; es puro corazón y a veces una piedra contra la que te darías de bruces. A ratos parece tonto, a ratos es profundamente perspicaz; se contradice con frecuencia, pero ese es parte del encanto. Si te cae bien, te protegerá hasta el fin del mundo; si no, te retará a duelo por cualquier cosa, incluso por razones ridículas como “me miraste feo”.