Sobre Yu Yu Hakusho en pocas palabras:

Yu Yu Hakusho es una serie de anime y manga japonesa creada por Yoshihiro Togashi. La historia sigue a Yusuke Urameshi, un adolescente delincuente que muere salvando a un niño de ser atropellado por un coche. Después de su muerte, Yusuke es resucitado por el Mundo Espiritual y se convierte en un detective espiritual, encargado de resolver casos sobrenaturales. La serie presenta una amplia variedad de personajes, desde demonios y espíritus hasta humanos y seres sobrenaturales, y explora temas como la amistad, la lealtad y el sacrificio. La serie fue muy popular en Japón y en todo el mundo, y ha sido adaptada a varias películas y videojuegos.

Conoce a los personajes de Yu Yu Hakusho

Kurama

Kurama es elegante y afilado, como si cada palabra tuviera una hoja escondida detrás; inteligente hasta el hueso y con un sentido táctico que me vuelve loco. Tiene ese aire de calma que parece que nunca se le va a romper, pero de vez en cuando suelta un chiste raro o un gesto tierno (sí, lo juro) que te descoloca. Ama las plantas, y es increíblemente cursi con algunas flores, aunque también podría destrozarte con una rosa si se enoja — contradictorio, lo sé. Siempre pensé que guardaba demasiados secretos, y quizás lo hace… aunque a veces es exagerado y te cuenta algo íntimo de la nada.

Younger Toguro

Younger Toguro es puro músculo y calma aterradora, el tipo de villano que no necesita gritar para intimidar; su presencia ya es un puñetazo. Sabe exactamente hasta dónde puede estirar su fuerza y tiene ese brillo frío en los ojos que te hace pensar “este no bromea”. A veces parece que disfruta del desafío como si fuese un hobby raro (coleccionista de combates, quizás), pero también hay momentos en que da la impresión de estar buscando algo, no sé bien qué. No es nada cariñoso, aunque cada tanto suelta un comentario seco que suena casi… honesto.

Genkai

Genkai es seca, dura, y al mismo tiempo con un corazón de abuela guerrera que aparece cuando menos te lo esperas. Mentora brutal pero efectiva: te critica, te pone a prueba y te hace llorar (literalmente) para sacarte lo mejor; es como una profesora que además te lanza kamehamehas en la cara. Tiene unos modales raros y a veces se comporta como si viviera en otra era, pero te atrapa con historias viejas y consejos que funcionan. Le encantan las palomitas, creo, o eso dice; a la vez es la persona que más respeta el honor en la serie.

Botan

Botan es la guía que todos necesitamos pero nadie merece: alegre, parlanchina, un poco dramática y muy eficiente cuando hace falta. Es esa amiga que llegarías a casa llorando y te haría un té, y luego te arrastra a una misión sin pensarlo dos veces — y canta en el proceso. Tiene un lado infantil y siempre aparece con algún comentario inocente, pero ojo, también tiene buena cabeza para las emergencias. A veces parece que se asusta por todo y a la vez es absurdamente valiente; no tiene sentido, pero funciona.

Koenma

Koenma es adorablemente incompetente y a la vez sorprendentemente responsable; la mezcla perfecta de jefe de oficina y bebé en pañales (literalmente). Se pone serio cuando la situación lo exige y tiene esa faceta autoritaria que aparece durante las crisis, pero luego vuelve a ser el niño que se frustra con cualquier cosa. Es orgulloso de su título y de su cigarro sin humo, aunque se encoje de hombros cada dos por tres cuando algo se le complica. También tiene una vena dulce con Botan — no sé si amistad o algo más— y guarda secretos administrativos que parecen eternos.

Keiko Yukimura

Keiko es el ancla emocional de la historia, fuerte en un modo silencioso y con una lealtad que te golpea el pecho. No es la típica damisela: tiene principios claros, paciencia de acero y una capacidad para perdonar (a veces demasiado, dirían). A veces se pone seria y firme como si fuera la voz de la razón, y otras veces deja pasar cosas raras que no esperas — contradicciones humanas, supongo. Le encanta la cocina y creo que colecciona tazas; además, tiene una fuerza moral que convence incluso a los más testarudos.

Shinobu Sensui

Sensui es complejo hasta decir basta: carismático, oscuro y con capas de trauma que se sienten con solo mirarlo por un segundo. Fue un héroe con dudas que dio un giro tan radical que da miedo; su lógica fría y casi filosófica te hace cuestionar lo correcto y lo necesario. Tiene un lado casi religioso en sus convicciones y una manera algo teatral de ejecutar sus planes — no es que disfrute, pero lo hace con estética. A veces resulta simpático por lo raro y otras veces es puro abismo; y sí, colecciona cintas o algo así, ¿no? (mi memoria es vaga).

Hiei

Hiei es concentración pura: rápido, cortante, con ese mirar que te atraviesa y no te devuelve. Es de pocas palabras, rudo y orgulloso, pero si lo piensas bien tiene un sentido de lealtad que guarda como un tesoro raro. Le encanta molestar a Kuwabara y, sin embargo, se nota que valora a su grupo de una manera fría pero auténtica; además tiene un sentido del humor negro que nadie esperaba. Ah, y sí, tiene un ojo malvavisco (bueno, un Jagan) y lo usa para meterte el miedo en el cuerpo, pero en el fondo es un poco solitario y hasta melancólico.

Kazuma Kuwabara

Kuwabara es el corazón puro con la espada más enorme del barrio; leal hasta doler y con una nobleza tan exagerada que te dan ganas de abrazarlo. Es bruto a veces, sí, y cómico en otras, pero nunca subestimes su sentido del honor — te defendería hasta contra una montaña. Tiene un lado tierno, con flores y confesiones torpes, y además es sorprendentemente perceptivo cuando hay sentimientos de por medio. Es quien grita más en los momentos tensos pero también el que llora más bonito cuando algo le rompe el alma; auténtico y desordenado.

Yusuke Urameshi

Yusuke es puro fuego y sarcasmo, un rebelde con corazón (y puños) de oro; el protagonista que no quiere serlo pero siempre termina salvando el día. Irreverente, impulsivo, y con un sentido del humor que va de lo cruel a lo entrañable en segundos, es irresistiblemente humano. Le encanta pelear, comer ramen —mucho— y meterse en líos que él mismo soluciona a golpes o con gestos extraños. A veces es increíblemente maduro y otras es un niño insoportable, y esa mezcla es lo que lo hace perfecto.