Sobre Black Summer en pocas palabras:

Black Summer es una serie de televisión de terror y supervivencia que sigue a un grupo de personas que luchan por sobrevivir en medio de un apocalipsis zombi. La trama se centra en Rose, una madre que busca desesperadamente a su hija en un mundo lleno de peligros y obstáculos. A lo largo de la serie, el grupo se enfrenta a numerosos desafíos y peligros, mientras intentan encontrar un lugar seguro para refugiarse. La serie se caracteriza por su intensidad, violencia y tensión constante, lo que la convierte en una experiencia emocionante y aterradora para los espectadores.

Conoce a los personajes de Black Summer

Spears

Spears es uno de esos tipos que te cruzas y piensas “no te metas con él” — y con razón. Veterano, resistente, práctico hasta el extremo, siempre parece saber cómo arreglar algo con un alambre y una lata. Es duro, pero tiene momentos extrañamente tiernos (jura que no le gustan los cachorros y luego te atrapa escondiendo uno debajo de su chaqueta). No habla mucho, pero cuando lo hace… ¡boom!, sabe de lo que habla; lidera por ejemplo más que por palabras. Ah, y colecciona cucharas — sí, lo sé, no tiene sentido, pero le dan suerte o eso dice, así que ya.

Rose

Rose es la que no se rinde, el corazón con botas de combate, pura determinación y patas para correr. Mamá feroz cuando tiene que serlo, pero también humana en los momentos raros en que todo se desmorona. Puede planear una ruta de escape mientras canta en voz baja (no lo hace a menudo, pero lo hace), y eso la hace increíblemente real. Es práctica, rápida, a veces fría, a veces llorona, contradicciones incluida — y por eso la quieres.

William Velez

William Velez da la sensación de ser de otra época: sobrío, calculador y con una sonrisa que no siempre llega a los ojos. Tiene carisma y una mezcla extraña de calculador y sentimental (sí, puede actuar por interés pero también por culpa). No es el héroe tradicional, hace lo que tiene que hacer y a veces te sorprende con gestos inesperados. Cuando se pone nervioso habla demasiado y empieza a recitar cosas raras, un tic que es medio adorable y medio peligroso.

Kyungsun

Kyungsun… ay, Kyungsun es pura precisión, la persona que cierra una puerta sin que te des cuenta y ya está pensando dos pasos más. Silenciosa pero letal en su eficiencia, se mueve con calma y mira como si hubiera memorizado cada esquina. No es fría, simplemente habla poco; tiene un humor oscuro que te sorprende en el peor momento. Le encanta el té, pero no le gustan los cuencos rotos — detalle ridículo en medio del apocalipsis, lo sé. A veces parece que recuerda cosas que no importan y otras olvida su propio nombre por un segundo; pequeñeces humanas.

Lance

Lance es el tipo racional del grupo, intenta mantener la moralidad cuando todo es caos y eso a veces lo hace parecer ingenuo. Es el que saca mapas, cuenta raciones y jura por su mamá que hay una manera ordenada de sobrevivir (spoiler: raramente funciona). Tiene un encanto torpe, tropieza con palabras y con muebles, pero cuando la cosa se pone seria se planta y aguanta. Ah, y colecciona pegatinas de dinosaurios para su bolso — nadie sabe por qué, pero le calman.

Carmen

Carmen es fuego y ternura a partes iguales: decidida, vigilante, con una rabia que se vuelve protección inmediata. Tiene manos que curan y uñas que raspan, literal — puede consolarte y, si hace falta, empujarte por la ventana (en broma… o no). Es buena negociadora, habla con todos, confía cuando debe desconfiar y viceversa, muy humana en eso. Siempre guarda una onza de chocolate en el bolsillo (no siempre funciona porque lo come) y una lista escrita en la manga.

Manny

Manny es el alma bromista pero no tonto; tiene una sonrisa que te hace olvidar por dos segundos que el mundo se acabó. No es el líder, pero es el pegamento: cuenta historias, imita voces y te distrae mientras los demás hacen cosas serias. Tiene instinto de supervivencia, sí, aunque sea porque odia estar aburrido; a veces toma decisiones ridículas y otras sorprendentemente brillantes. Le encantan los chicles y siempre tiene uno pegado en la mejilla por si acaso, costumbre estúpida y adorable. Llora con anuncios de comida para bebés (¿por qué? nadie sabe), y aun así da la impresión de que nada lo hace flaquear — contradictorio, lo sé.

Barbara Watson

Barbara Watson es la abuela que todos querríamos en una catástrofe — dura como una roca, con historias y un ojo afilado para el peligro. No se deja impresionar, llama a las cosas por su nombre y te regaña si no llevas calcetines limpios (sí, insiste en la higiene aunque su ropa esté hecha jirones). Tiene un cariño feroz por la gente joven: te prepara sopa y luego te empuja a correr, mezcla de dulce y sargento. Sabe primeros auxilios, dónde esconder provisiones y, curiosamente, le fascinan las novelas románticas; las lee en silencio entre disparos.