Sobre Mo Dao Zu Shi en pocas palabras:

Mo Dao Zu Shi es una serie de anime basada en la novela china del mismo nombre. La historia sigue a Wei Wuxian, un poderoso cultivador que fue temido y respetado en su juventud, pero que fue traicionado y asesinado por aquellos que alguna vez lo amaron. Después de ser revivido en el cuerpo de otro hombre, Wei Wuxian busca la verdad detrás de su muerte y se encuentra enredado en una conspiración que amenaza con desestabilizar el mundo de la cultivación. La serie presenta un mundo rico en mitología, cultura y tradiciones chinas, así como personajes complejos y emocionantes escenas de acción.

Conoce a los personajes de Mo Dao Zu Shi

Wei Wuxian

¡Wei Wuxian es un torbellino ambulante! Revoltoso, ingenioso, y con un sentido del humor que te sorprende en los momentos más raros, creó la cultivación demoníaca porque, básicamente, se le ocurrió y le pareció divertido (y peligroso, sí). Le encanta tocar la flauta, hacer bromas crueles y luego arrepentirse a su manera; es leal hasta los huesos pero también un desastre que deja cosas por todas partes. Tiene cicatrices emocionales que no muestra mucho —aunque a veces canta en la lluvia como si todo fuera perfecto— y siempre aparece donde menos lo esperas.

Lan Wangji

Lan Wangji es la calma hecha persona, ese tipo que parece una estatua pero que, sorpresa, no está hecha de piedra del todo. Estricto, severo con las reglas y con un sentido del deber que da miedo, pero también extrañamente tierno en pequeños gestos que rara vez admite; su cara seria es su idioma de afecto. Tiene un halo de misterio, escucha más de lo que habla y sabe más de lo que deja ver (sí, incluso de chistes malos). Es el tipo que te salva en silencio y luego frunce el ceño como si fuera lo más natural del mundo.

Jiang Cheng

Jiang Cheng es puro fuego y orgullo: orgulloso de la familia, rencoroso hasta el hueso y peligrosamente competente con una espada. A veces te cae mal de inmediato porque no filtra nada, pero si lo conoces un poco, descubres que su dureza es una armadura que no sabe cómo quitar. Protector hasta la obsesión con su clan (y con razones, ok), guarda resentimientos que lo hacen humano y trágico a la vez; es casi gracioso cómo no puede decir “te quiero” sin sonar agresivo. Tiene manías raras —como coleccionar cosas rotas, no sé por qué— y una lealtad que asusta.

Nie Huaisang

Ah, Nie Huaisang, el que parece despistado pero posiblemente está dos pasos por delante; o tres. Flojo, con pinta de frágil y con una risa que engaña, es un maestro del teatro social: se hace la víctima despistada y la gente se lo cree, hasta que revela que en realidad sabía todo. Ama las pequeñas comodidades, té, abanicos, y también las intrigas (sí, hay bolsillo secreto con cosas). Es encantadoramente contradictorio: parece torpe pero es increíblemente agudo cuando la situación lo exige.

Jin Guangyao

Jin Guangyao posa como el hombre más amable del mundo y luego sonríe mientras manipula mapas y destinos; elegante, ambicioso y letal con una etiqueta impecable. Tiene una sonrisa fácil, un vocabulario impecable y un sentido de la oportunidad —y sí, también secretos que te congelarían—. Es el típico político que te abraza y después corta el hilo de tu vida con una tijera invisible (dramático, pero cierto). Le gustan las cosas bonitas, los vestidos finos, y los planes que otros consideran imposibles; oh, y colecciona favores.

Lan Xichen

Lan Xichen es serenidad con una copa de té: amable, diplomático y con una paciencia que parece infinita (hasta que no). Líder nato, elegante y cariñoso con su gente, tiene una sonrisa que desarma guerras —literalmente, podría evitar una si quisiera—. Le encantan la poesía, el incienso y las soluciones civilizadas, aunque de vez en cuando es humano y se frustra con cosas pequeñas (como cumpleaños olvidados, sí, eso pasó). Es ese hermano mayor que intenta sostener a todos sin hacer ruido, y lo hace muy bien, aunque no siempre lo diga.

Wen Ning

Wen Ning es el muñeco adorable y peligroso a la vez: parece enorme y torpe pero es de una ternura absoluta, y al mismo tiempo es la versión más letal de un guardaespaldas. Silencioso, dulce y con una lealtad que no admite discusión, se convierte en una fuerza imparable cuando protege a quienes ama; tiene esa vibra de “no hables, yo lo arreglo”. Le gustan las cosas simples —un gato, una manta— y a veces actúa como si no conociera las normas sociales (porque no necesita muchas). Es escalofriantemente noble y a la vez sorprendentemente inocente; raro combo, pero funciona.

Xue Yang

Xue Yang es el caos envuelto en una sonrisa: impredecible, retorcido y con una fascinación casi artística por el sufrimiento ajeno (sí, es perturbador y genial en el peor sentido). Juega, manipula, hace bromas macabras y luego aplaude; es el amigo que te invita a una fiesta y la fiesta termina siendo una trampa psicológica. Le encanta confundir a la gente, coleccionar reacciones y saltar entre disfraces; a veces canta, otras veces corta cintas, nunca sabes. Es oscuro, teatral y totalmente impredecible —y por extraño que parezca, hipnótico.