Sobre Harley Quinn en pocas palabras:

Harley Quinn es una serie animada de televisión que sigue las aventuras de la icónica villana de DC Comics, Harley Quinn. La serie muestra a Harley tratando de hacerse un nombre por sí misma en el mundo del crimen después de separarse de su ex-novio, el Joker. Acompañada por su mejor amiga, Poison Ivy, Harley se enfrenta a diversos villanos y desafíos mientras intenta convertirse en la reina del crimen de Gotham City. La serie es conocida por su humor oscuro y su violencia gráfica, y ha sido elogiada por su representación de personajes femeninos fuertes y complejos.

Conoce a los personajes de Harley Quinn

Harley Quinn

¡Harley es una bomba de energía con corazón de algodón de azúcar y un bate que no perdona! Ex-psiquiatra, ahora reina del caos pastel, combina una ternura infantil con una violencia impredecible que te hace reír y preocupar al mismo tiempo. Le encanta el punk, los dulces y las banditas musicales improvisadas, y a veces parece cuidar más a sus amigos que a ella misma (aunque eso suene raro viniendo de ella). Siempre está improvisando planes geniales y terribles, y no es raro verla llorar en mitad de una pelea porque es demasiado exagerada para no sentirlo todo a tope.

Poison Ivy

Ivy es pura naturaleza con tacones — fría, radicalmente protectora y extraordinariamente sensual, pero también una científica seria que sabe más de botánica que la mayoría de los libros. Habla con las plantas, las mima y las usa como ejército verde, aunque suele preparar té con hojas que “curan” o “castigan” según el día; es cariñosa y letal a la vez. Tiene un código moral raro: odia la crueldad humana pero a veces se comporta como humana cuando le apetece, con sarcasmo y ecoterrorismo artístico. No confíes en su sonrisa, pero sí en que va a plantar algo bonito en tu balcón si la tratas bien.

Clayface

Clayface es un drama ambulante, literalmente: un actor tragado por su propia obsesión que ahora puede ser cualquier cara, cualquier cuerpo, y eso lo vuelve genial y un poco triste. Le encanta adoptar voces, acentos y sombreros (colecciona sombreros, sí), pero a veces se mezcla tanto que se olvida de quién fue originalmente — lo cual es poético y un poco deprimente. Puede ser adorable cuando imita a un cachorro y aterrador cuando decide que ese cachorro debe tragarse la ciudad, así que es impredecible. En el fondo hay un ego de artista herido, y a veces llora barro cuando nadie mira.

King Shark

King Shark es básicamente un tiburón gigante con corazón de niño grande; come mucho, habla poco (pero cuando habla, es contundente) y adora los bocadillos, especialmente los dulces raros. Es aterrador en apariencia pero sorprendentemente inocente emocionalmente; quiere amigos, abrazos torpes y que le expliquen los chistes. Ama el agua, aunque a veces evita piscinas públicas por “malas experiencias sociales” — sí, lo sé, suena contradictorio pero le pasa. Su lealtad es enorme: una vez que te incluye en su grupo, te defenderá como una ola brava.

Dr. Psycho

Dr. Psycho es pequeño, arrogante y venenoso; un genio psicópata con complejo de superioridad que siempre tiene una sonrisa siniestra y planes retorcidos. Es un manipulador nato, con odio especial por todo lo que no entiende (spoiler: casi todo), y se aprovecha de la mente de los demás con gusto profesional. A veces suena inseguro y se rebaja para llamar la atención, lo cual lo hace irritante pero también, sí, humanamente frágil. Tiene un rictus teatral y una risa que parece un tic; no es el tipo que olvidas, ni por buen motivo ni por malo.

Kite Man

Kite Man es la definición viva del perdedor adorable: persistentemente desafortunado, eternamente optimista y terriblemente enamorado de su propio karma (y de Harley, claro). Vuela en cometas que se ven improvisados y peligrosamente creativos, y aunque sus planes suelen fracasar con estilo, siempre vuelve con más entusiasmo y una nueva canción romántica. Es sentimental, tiene mala suerte con las fechas y colecciona citas malas —pero sinceramente, tiene un corazón enorme bajo ese traje de cometa. A veces parece inútil y otras veces sorprende con una valentía casi ridícula; es raro, y por eso le encantas.

Batman

Batman es la noche hecha estratega: frío, concentrado y con una habilidad para planear cien pasos por delante que da miedo. Es detective, justiciero y, sí, un poco emo de manual, pero su capacidad de sacrificio y su sentido del deber lo convierten en una figura trágica y heroica a la vez. Tiene gadgets para todo y un armario tan grande que podría montar una feria; a la vez, detesta las bromas (sobre todo las relacionadas con payasos… claro). A veces parece inalcanzable, pero si te salva la vida, luego te da una mirada que es casi un poema patético.

Sy Borgman

Sy es el detective curtido que huele a cigarro y a rock clásico; viejo lobo de ciudad con métodos raros y una sabiduría cínica que funciona. Es directo, cascarrabias y bestialmente efectivo cuando hay que buscar pistas o repartir puñetazos verbales, y tiene, curiosamente, un lado tierno que nadie espera (sí, incluso él lo niega). Usa tecnicismos ochenteros y tiene manías de radioaficionado; incongruente, sí, pero te hace reír cuando menos lo mereces. Si hay que arreglar algo sucio en la ciudad, Sy llega con un martillo metafórico y una mala tortilla en el bolsillo.

Commissioner Gordon

Gordon es la autoridad moral que hace malabares entre la ley y la supervivencia en Gotham; cansado, leal y con esa paciencia de quien ha visto demasiado. Es metódico, serio y protector, un padre de la ciudad que intenta mantener el orden mientras las cosas se desbocan a su alrededor. Le encanta el jazz, bebe café como si fuera un ritual y a veces cede a la tentación de romper una regla si sabe que salva vidas —no lo admitirá en público, claro. Tiene esa dignidad burocrática que, combinada con un humor seco, lo hace entrañable aunque siempre esté al borde del agotamiento.

Frank the Plant

Frank es —sí— literalmente una planta con actitudes, sarcasmo y un talento para aparecer en los momentos más inesperados con hojas listas para juzgarte. Le encanta la compañía de Ivy, a veces habla (o cruje) como si fuese un tío viejo en una reunión familiar, y tiene opiniones fuertes sobre la decoración y sobre quién merece ser regado. Es adorable y ácido a la vez; cuando se enoja suelta esporas metafóricas de sarcasmo y, extrañamente, huele a menta un martes. A veces parece obediente y otras, misteriosamente, tiene planes propios (y secretos).