¿Qué personaje de ‘Zom 100: Lista de deseos de los muertos’ eres?
Sumérgete en el emocionante y extraño mundo de "Zom 100: Lista de deseos de los muertos" (Zon 100 ~ Zonbi ni Naru made ni Shitai 100 no Koto ~) y descubre qué personaje refleja verdaderamente tu espíritu en medio de un apocalipsis zombi. ¿Tienes el corazón aventurero de Akira o la lealtad de Kencho? Tal vez te identifiques con uno de los supervivientes únicos que nuestro dúo encuentra en su emocionante viaje por las calles no muertas de Tokio. Antes de enfrentar tu propio escenario hipotético de fin de días, ¿no te gustaría saber quién serías en el centro de la acción? Entonces, ¿por qué esperar? ¡Deslízate hacia abajo y haz clic en el botón "Comenzar" para descubrir tu verdadero personaje de Zom 100!

Sobre Zom 100: Bucket List of the Dead en pocas palabras:
“Zom 100: Lista de deseos de los muertos” o en su título original en Hepburn, “Zon 100 ~ Zonbi ni Naru made ni Shitai 100 no Koto ~”, es una apasionante serie de manga japonesa que sigue a Akira Tendo, un joven de 24 años. Después de desencantarse con su vida monótona, Akira encuentra de repente un propósito en medio de un apocalipsis zombie. En lugar de sucumbir al miedo, Akira elabora una lista de deseos emocionantes que quiere cumplir antes de convertirse potencialmente en uno de los no muertos. Acompañado por su leal amigo Kencho, navegan por un Tokio abrumado por los zombies, cruzándose con varios supervivientes, cada uno impulsado por sus propias razones para vivir. En medio del caos, no solo buscan emociones fuertes, sino que también descubren vínculos arraigados, miedos personales y la verdadera esencia del espíritu humano y la amistad.
Conoce a los personajes de Zom 100: Lista de deseos de los muertos
Akira Tendou
Akira es ese tipo adorable que empezó como oficinista amargado y terminó haciendo una lista de cosas por hacer en un apocalipsis zombie como si fuera el mejor plan del mundo. Es optimista hasta niveles ridículos, siempre busca lo bonito en todo —pero ojo— también entra en pánico cuando hay demasiados zombies y luego se ríe de sí mismo, no sé, es raro pero encantador. Tiene una energía contagiosa que arrastra a la gente y, sin querer, se convierte en una especie de líder improvisado; a veces actúa como un héroe de película y a veces se queda comiendo fideos instantáneos en un techo, así, sin transición. Ah, y juro que colecciona cosas tontas como bolsas de plástico bonitas, no me preguntes por qué.
Shizuka Mikazuki
Shizuka es fría, eficiente y letal, pero también hay algo dulce escondido bajo esa fachada de “no te acerques” —sí, cliché, pero funciona porque lo vive. Es la compañera perfecta para cualquier plan suicida: analiza, ejecuta y luego se preocupa por todos como si fuera su tía rara; contradicciones, ya lo sé. Tiene habilidades casi sobrehumanas para pelear y sobrevivir, y a la vez disfruta de cosas tímidas como leer novelas románticas cuando nadie la ve (o eso dijo una vez, puede que lo invente). En serio, es la mezcla exacta de tranquilidad implacable y cariño seco que necesitas en un apocalipsis.
Kenichirou Ryuuzaki
Kenichirou (o Ken-chan, si eres de su banda) es el mejor amigo que siempre tuvo miedo de todo pero que no te dejará caer nunca, incluso si grita como loco en el proceso. Es un poco cobarde, un poco nerd, y completamente adorable en su lealtad; se preocupa hasta por las plantas, no exagero. Tiene chistes malos, ideas brillantes a medias y una forma muy suya de resolver problemas: mucho ensayo, error, y snacks, muchos snacks. A veces parece el personaje cómico, otras veces sorprende con una valentía sincera que te derrite, así que nunca lo subestimes.
Beatrix Amerhauser
Beatrix es puro carisma explosivo: peleadora, extravagante y con una estética que grita “me gusta llamar la atención”, pero ojo, es más profunda de lo que parece. Viene con una confianza enorme y a la vez inseguridades raritas, como si fuera una influencer con problemas existenciales, y de vez en cuando se pone nostálgica por razones que no explica muy bien. Le encanta la acción, maneja armas como si nada y sin embargo puede romper en lágrimas por una canción cursi; tampoco lo entiendo del todo y eso la hace maravillosa. Y sí, puede que tenga manías curiosas tipo coleccionar tés raros o practicar frases en idiomas que no habla, solo porque le hace gracia —o porque sí—.
