Sobre Star Wars: The Clone Wars en pocas palabras:

Star Wars: The Clone Wars es una serie animada de televisión que tiene lugar entre los episodios II y III de la saga de Star Wars. La serie sigue las aventuras de los Jedi y los soldados clon en su lucha contra los separatistas durante las Guerras Clon. La serie explora la política, la moralidad y el lado oscuro de la guerra, mientras presenta nuevos personajes y expande la historia de los personajes existentes. Además, la serie cuenta con una impresionante animación y una banda sonora icónica que la convierte en una obra de arte única en la franquicia de Star Wars.

Conoce a los personajes de Star Wars: The Clone Wars

Narrator

Vale, el Narrator es ese tipo misterioso que te cuenta todo con una voz que suena importante y a la vez como si se hubiera tomado demasiado café; parece imparcial pero a veces se emociona más de la cuenta y hace dobles interpretaciones (lo juro, lo he oído). Tiene una manera de soltar datos como si fueran chispas, y a veces se pierde en anécdotas que no pedías pero que secretamente adoras. A veces contradice su propio tono —serio y luego bromista— y eso lo hace más humano, raro pero encantador. Y sí, creo que guarda una libreta pequeña donde anota todo, incluso nombres de llaves de casa que no le pertenecen.

Anakin Skywalker

Anakin es puro fuego: impulsivo, apasionado y con una falta de paciencia que te hace reír y preocuparte al mismo tiempo. Es heroico pero con una vena obsesiva, le cuesta soltar las cosas y de verdad guarda rencor (y también peluches, un poco contradictorio, lo sé). Tiene una lealtad feroz hacia quienes ama y un montón de dramas internos, tipo telenovela galáctica, que lo empujan a decisiones extremas. Aún así, hay un carisma imparable, te gana aunque intentes no confiar en él; y por alguna razón nunca olvida dónde dejó su sable—o eso dice.

Obi-Wan Kenobi

Obi-Wan es el sabio con una paciencia infinita, pero ojo, no es aburrido: tiene un humor seco que sale cuando menos te lo esperas y te parte la cara (metafóricamente). Es honesto hasta el punto de ser rígido, pero tiene momentos de ternura que derriten incluso a los más escépticos; a veces parece que colecciona tazas de té, o al menos debería. Su sentido del deber es enorme y a la vez sabe adaptarse, aunque jura que sigue reglas que ni él recuerda por qué existen. A veces se le escapa una nostalgia que ni él planeó, y eso lo hace sorprendentemente cercano.

Ahsoka Tano

Ahsoka es puro movimiento: audaz, curiosa y con esa mezcla de independencia que te da ganas de seguirla a cualquier aventura (o meterte en problemas con ella). Tiene un ingenio que corta como cuchillo y una ternura escondida que sale en gestos pequeños, como robarte una risa cuando menos lo esperas. No siempre obedece las reglas y, spoiler, tampoco siempre las desprecia con estilo; hay contradicciones lindas ahí, como que sea muy responsable pero también coleccione cosas raras (trozos de droides, tal vez). Lo que más mola es que evoluciona, se equivoca y aprende en público, sin filtros ni manual de instrucciones.

Count Dooku

Dooku es elegante hasta en la ira; camina como si cada paso fuese parte de una coreografía dramática y te mira con una mezcla de desdén y curiosidad (casi aristocrático, vamos). Es frío, calculador, y tiene esa voz que te golpea el pecho; sin embargo, hay algo melancólico en él, como alguien que lee mucho y colecciona plumas perdidas. Tiene principios retorcidos, o tal vez principios normales con métodos extremos, depende del día y del humor galáctico. Y sí, a veces parece que disfruta demasiado de los duelos y de arreglarse la capa, contradicción encantadora.

Mace Windu

Mace es el controlador serio que respira autoridad y tiene una presencia que te obliga a callar (en el buen sentido… o en el malo). Es justo, directo y raramente supersticioso, aunque justo una vez creyó en un presagio y luego lo negó con demasiado énfasis. Es duro pero no insensible; hay un código moral incrustado en él que a veces lo hace inflexible y otras veces heroico hasta la médula. Y claro, tiene una voz que podría arreglar disputas solo con un “basta”, lo digo en serio, funciona.

Clone Trooper

Los Clone Troopers son una locura: disciplinados como nadie pero con cada uno una personalidad escondida bajo el casco (sí, juran tener apodos ridículos entre ellos). Son leales, eficientes y sorprendentemente humanos —te emocionas cuando hacen bromas internas o cantan una canción tonta en el comedor—. Al mismo tiempo pueden ser implacables en el campo y luego preocuparse por el césped de la base, cosa rara pero adorable. Y ojo, algunos coleccionan miniaturas o plantas, no todos son soldados fríos; hay espacio para la humanidad en el uniforme.

Battle Droid

Los Battle Droids son graciosos y un poquito tristes, la mezcla perfecta de “meh” y “peligroso” que no esperabas; uno no puede evitar sentirse mal por ellos a veces. Van en formación, repiten órdenes y fallan con estilo (bailan la torpeza), pero cuando funcionan son una máquina de guerra eficiente y aterradora. Tienen voces monótonas y a la vez frases que se te quedan pegadas, y según rumores algunos tienen un sentido del humor muy negro (no confirmado). En fin, son el ejército que te hace reír y mirar por encima del hombro al mismo tiempo.