Sobre Dr. Stone en pocas palabras:

Dr. Stone es una serie de anime y televisión que sigue la historia de un joven llamado Senku Ishigami quien, después de ser petrificado junto con toda la humanidad durante miles de años, finalmente despierta en un mundo donde la civilización ha sido destruida. Con su inteligencia y conocimiento científico, Senku busca revivir a la humanidad y reconstruir la civilización desde cero. La serie combina elementos de ciencia ficción, aventura y comedia para crear una historia emocionante y llena de acción.

Conoce a los personajes de Dr. Stone

Senku Ishigami

Senku es el típico genio excéntrico que vive para una ecuación y para demostrar que la ciencia puede con todo. Tiene una confianza insoportable (y a veces totalmente justificada) y un peinado que parece desafiar las leyes de la física —lo juro, algo en esa punta se niega a obedecer—. Es frío en cálculo pero después se le escapan pequeños gestos de humanidad que te hacen creer que en el fondo sí le importan las personas (aunque lo hará con datos y gráficos). Habla mil palabras por minuto cuando está emocionado y odia perder el tiempo en tonterías, pero curiosamente colecciona pequeñas chucherías, sí, tipo piedras brillantes.

Kohaku

Kohaku es puro músculo y corazón, una guerrera que protege a su gente sin pensarlo dos veces y que a la vez tiene un lado tierno que sorprende. Rápida, feroz y con una sonrisa que puede tranquilizar o intimidar según el día; además, come como una aspiradora (lo juro, siempre hay sobras para ella). Es leal hasta el punto de ser terca, y su sentido del honor es vintage pero genuino, casi medieval en buena onda. A veces parece seria y al minuto siguiente está jugando con niños; contradicciones adorables, vaya.

Chrome

Chrome es el chico del pueblo que aprende ciencia por ensayo y error y por suerte tiene a Senku para empujarlo al siguiente nivel; es curioso hasta en sus sueños. Tiene esa energía de “oh, lo descubrí yo” y una timidez encantadora cuando le toca explicar algo, pero luego te suelta teorías con los ojos brillando. Es un poco torpe socialmente (sí, se tropieza con la palabra “ligar”), pero manos a la obra es un artista improvisado con herramientas y barro. Siempre intenta estar a la altura y a veces se obsesiona con ideas raras, como inventar cosas que nadie pidió pero que al final funcionan.

Ginro

Ginro es el tipo que siempre parece nervioso y con razón: empezó siendo algo cobarde, pero tiene un corazón enorme y una tendencia a meterse en líos por proteger a los suyos. Es gracioso, un poco cínico, y tiene el timing perfecto para quejarse en voz alta cuando algo sale mal (que suele ser bastante). Sorprende con momentos de valor genuino donde te olvidas de sus quejas; además, tiene cierta debilidad por la comida y por dormir bajo el sol. A veces parece cómodo con la vida sencilla y al otro momento se pone serio y responsable como si nada.

Kinro

Kinro es más quieto que su hermano, serio y protector, como el guardián de confianza que aparece cuando las cosas se ponen feas. Habla poco pero cuando lo hace todos escuchan; su lealtad es sólida y no suele buscar el drama, aunque ojo, tiene un lado romántico secreto (sí, lee cosas cursis a escondidas). Es práctico, sabe usar herramientas y espadas, y tiene esa paciencia que da ganas de pedirle consejos aunque te responda con un gruñido. A veces actúa como el hermano mayor gruñón y al minuto siguiente te regala una broma mala; contradicciones familiares forever.

Suika

Suika es adorable y rarísima: una niña-espiía con casco de sandía que se mueve como si tuviera resortes, siempre alegre y curiosa hasta la médula. Se infiltra por donde sea, es sigilosa pero no lo parece, y su intuición para enterarse de todo te deja pensando si es una agente secreto disfrazada. Es pequeñita, pero su valor y su capacidad para hacer amigos son gigantes; además, tiene una lógica propia (y a veces inexplicable) que funciona. A veces olvida cosas obvias, otras recuerda detalles que nadie más notó; es caótica y perfecta a la vez.

Gen Asagiri

Gen es el charlatán encantador que siempre tiene una carta bajo la manga y una sonrisa que te hace desconfiar y quererle al mismo tiempo. Mentalista, manipulador y actor nato: puede venderte cualquier idea y luego traicionarte con estilo, pero ojo, tiene códigos raros y de vez en cuando hace lo correcto (cuando le conviene o por pura diversión). Le encanta el drama, los juegos psicológicos y las películas —es un dramático confeso—, y nunca pierdas una apuesta con él porque ya ganó dos movimientos antes de empezar. Es impredecible y a la vez terriblemente calculador; lo odiarás y lo amarás en la misma escena.

Kaseki

Kaseki es el artesano legendario, un viejo con manos de oro que puede convertir cualquier chatarra en una obra maestra y luego enojarse porque le llamen “antiguo” (ironías de la vida). Es orgulloso de su oficio, obsesionado con la perfección pero con un cariño enorme por sus creaciones, como si cada herramienta tuviera nombre propio (probablemente lo tienen). Tiene historias interminables que te cuentan de cosas imposibles que supuestamente hizo, y aunque a veces exagera, la mayoría resultan ser reales —o eso dice él—. Es un abuelo gruñón pero con corazón blando: te mira con ceño fruncido y te regala la mejor herramienta cuando nadie está mirando.

Kokuyo

Kokuyo es el tipo sereno, el practicante espiritual que transmite calma aunque por dentro lleve mil batallas; tiene un aura de sabio tranquilo que hace que la gente lo respete sin esfuerzo. Es firme, correcto y con una disciplina que intimida, pero también tiene un sentido del humor seco que aparece de vez en cuando para despistar. Le gustan las reglas y los rituales, aunque a veces los rompe en secreto si cree que es por el bien mayor (hipócrita benévolo, quizás). Es misterioso en su pasado, parece que sabe más de lo que cuenta, y eso lo hace fascinante.

Ruri

Ruri es la sacerdotisa callada y cerebral que mantiene el equilibrio del pueblo con una mirada que lo dice todo; es seria, observadora y tremendamente inteligente. Tiene un aire solemne pero de vez en cuando suelta comentarios sarcásticos que te hacen reír porque vienen de donde menos esperas. Es leal a su gente y a su hermano (Kohaku) hasta la médula, pero también es la voz de la razón cuando las cosas se desmadran; su pasión por la historia y los libros es casi adorable. A veces parece inaccesible y al momento tiene chispas de humor que te hacen pensar “ah, claro, hay vida ahí”, ya sabes, contradicciones humanas.