Sobre Cursed en pocas palabras:

Cursed es una serie de televisión de fantasía oscura basada en la novela del mismo nombre de Tom Wheeler y Frank Miller. La serie sigue la historia de Nimue, una joven con un don mágico que se convierte en la Dama del Lago y se une a un mercenario llamado Arturo para encontrar y entregar una espada antigua. Sin embargo, se enfrentan a una gran cantidad de peligros y obstáculos en su camino, incluyendo la guerra entre el rey Uther y los Paladines Rojos. La serie está llena de magia, acción y drama, y presenta una visión única y emocionante de la leyenda del Rey Arturo.

Conoce a los personajes de Maldito

Nimue

Nimue es puro fuego y misterio, la clase de personaje que entra en una habitación y te volteas aunque no quieras. Tiene un rencor profundo y antiguo, pero también momentos de ternura rarísimos — sí, lo juro, la he visto arreglar flores en mitad del bosque y luego prenderlas en llamas porque “no es buen día para sonrisas”. A veces parece sabia, otras veces actúa como una adolescente enfadada con el mundo; esa mezcla la hace adictiva. Y por alguna razón siempre la imagino con un anillo oxidado que choca con su elegancia, ¿soy yo o eso la hace más real?

Arthur

Arthur es el rey que quiso ser poema pero a veces suelta chistes malos, y eso lo hace humano, de verdad. Noble, impulsivo, con ese sentido del deber clavado en la espalda, pero también con dudas que lo carcomen por las noches — o eso dicen, yo lo imagino despierto mirando el cielo con una espada a un lado y una taza de té al otro. Tiene un magnetismo clásico, de esos que hacen que la gente lo siga aunque no siempre entiendan por qué. No es perfecto, claro; se enfada, besa malas decisiones y luego se arrepiente, y eso es casi lo mejor de todo.

Merlin

Merlin es un caos ordenado: sabio, cansado y con un humor seco que no pide permiso, es como un abuelo mágico que también podría prender fuego a tu biblioteca por accidente. Ve el futuro a pinceladas y se queja mucho, pero cuando importa aparece con el plan justo (aunque normalmente le tome tres intentos y una excusa rara). A veces habla en acertijos, otras veces suelta la verdad desnuda y te deja pensando media hora; es impredecible y adorable en dosis iguales. Y sí, insiste en tener una pipa aunque nadie lo deje fumar, tercamente romántico con sus pequeñas manías.

The Weeping Monk

El Monje Llorón es inquietante de una manera que no esperas: todo silencio y miradas que pesan, como si guardara una tormenta detrás de los ojos. Llora mucho, sí, pero no por debilidad: sus lágrimas parecen más bien advertencias o recordatorios, y cuando actúa lo hace con una calma mortal. Tiene un aura ascética pero también un pasado que huele a violencia contenida; es esa combinación lo que te deja sin aliento. A veces sonríe, de forma casi casual, y eso te hace sospechar aún más — ¿es humano? ¿es monstruo? probablemente las dos cosas.

King Uther

Uther es puro hierro y orgullo, el tipo de rey que impone paz porque le tiene miedo al desorden más que a la guerra. Es autoritario, orgulloso, cargado de cicatrices físicas y emocionales, y con un temperamento que hace temblar salones enteros; pero ojo, también tiene momentos de vulnerabilidad que aparecen cuando menos te lo esperas. Habla poco en público pero cuando lo hace todos callan; en lo privado, sin embargo, colecciona cartas antiguas que nadie debería ver. No es simpático, nunca lo fingió, y eso lo hace aterrador y triste al mismo tiempo.

Pym

Pym es ese personaje pequeño pero que siempre está en el borde de la escena, como si supiera más de lo que deja ver y además tuviera papelitos con secretos en el bolsillo. Es ingenioso, curioso hasta el punto de ser imprudente y tiene una inclinación por experimentar con cosas raras — a veces sus inventos explotan y otras veces te salvan la vida, depende del día. Tiene un humor extraño, un poco oscuro, y una lealtad que sorprende cuando menos te lo esperas. Ah, y colecciona cosas diminutas, no preguntes qué; creo que tiene una colección de botones, o eran dientes, no me acuerdo.

Father Carden

Padre Carden se viste de piedad pero lleva ambición debajo de las mangas, un cura que sabe manipular miradas y llaves de confesionario con la misma destreza. Parece compasivo, habla en susurros y te ofrece consuelo; luego hace cosas que te hacen dudar de todas esas palabras dulces. Tiene una voz que convence y un pasado que huele a secretos, y eso lo hace peligroso en silencio. A veces me da pena, otras me da ganas de correr; es confuso y, por eso, fascinante.

Sister Igraine

Hermana Igraine es una mezcla de madre abnegada y comandante militar, la típica mujer que te cura una herida y te da una reprimenda al mismo tiempo. Es estricta, poderosa en el tejido de la comunidad y con una fe que no es ciega sino afilada, como una navaja bien cuidada. Tiene un lado blando —le encantan las galletas de jengibre y canta canciones absurdas cuando cree que nadie la escucha— pero no la subestimes: puede poner orden con una mirada. A veces contradice sus propias reglas y eso la hace entrañable, o peligrosa, según el día.