¿Qué personaje de ‘Banana Fish’ eres?
¿Eres un fanático de la serie de anime Banana Fish? ¿Te has preguntado alguna vez qué personaje de la serie eres? ¡Este es el momento de descubrirlo! En este quiz, podrás responder preguntas divertidas y emocionantes que te ayudarán a determinar qué personaje de la serie Banana Fish se adapta mejor a tu personalidad. ¿Eres como el valiente y astuto Ash Lynx, o más como el leal y protector Eiji Okumura? ¿O tal vez te identificas más con otros personajes fascinantes como Dino Golzine o Shorter Wong? No esperes más, comienza el quiz ahora y descubre qué personaje de Banana Fish eres realmente. ¡Haz clic en el botón Comenzar a continuación y comienza la diversión!

Sobre Banana Fish en pocas palabras:
Banana Fish es una serie de anime y manga que sigue la historia de Ash Lynx, un joven líder de pandillas en Nueva York, y Eiji Okumura, un fotógrafo japonés que se convierte en su amigo y confidente. La trama gira en torno a la búsqueda de Ash por descubrir los secretos detrás de la droga llamada Banana Fish, que ha afectado a su vida y la de sus seres queridos. La serie es conocida por su narrativa oscura y emocionalmente intensa, así como por su representación de temas como la violencia, la corrupción y la homosexualidad.
Conoce a los personajes de Banana Fish
Eiji Okumura
Eiji es el alma buena del grupo, ese amigo que sonríe aunque el mundo le dé litros de drama, y de verdad es sorprendentemente fuerte cuando hace falta. Fotógrafo aficionado, amante del café en lata y de los paisajes tranquilos (aunque se maree en el barco, sí, lo juro), siempre tiene una mirada limpia que te parte el pecho. Es tímido pero no tonto; a veces parece estar flotando en las nubes y al segundo siguiente actúa con una claridad que te sorprende. Tiene una paciencia infinita y llora fácil — a veces por una foto, otras por una canción — y eso lo hace increíblemente real.
Shunichi Ibe
Ibe es ese tipo serio y callado que trabaja en la ley (o algo parecido) y que claramente tiene más pasado del que quiere admitir. Le ves con cara de que no bromea nunca, pero hay momentos en los que su ironía seca te mata — y luego se arrepiente y se pone todo formal otra vez, típico. Es metódico, persigue pistas como un sabueso y aunque parezca frío, protege a su gente con una lealtad terca. Ah, y fuma cuando está nervioso; no sé por qué lo imagino siempre con un bolígrafo detrás de la oreja aunque a veces se le olvida; pequeños detalles.
Max Lobo
Max es el reportero duro y encantador que siempre llega tarde, con una lista de contactos interminable y una sonrisa que oculta mil culpas. Ex-policía o periodista (tal vez las dos cosas, juro que es confuso), tiene ese instinto de “padre protector” que no sabe apagar, sobreprotector con los jóvenes y con tendencia a beber whisky como si fuera agua. Habla alto, cuenta historias largas y colecciona pequeñas cosas inútiles (cajas de cerillas, boletos de metro), pero en el fondo es inexplicablemente tierno. Lo imaginas conduciendo por la ciudad a las 3 a.m., con jazz a todo volumen y una rabia justa por las injusticias.
Lao Yuen-Tai
Lao Yuen-Tai es elegante, peligroso y especializado en sonrisas que no llegan a los ojos — jefe de negocios turbios pero con modales de otra época. Tiene esa calma de reloj suizo que asusta, toma té hasta en medio de una crisis y puede ser dulce con un animalito mientras ordena cosas horribles detrás de escena (sí, la contradicción perfecta). Pareciera que cada gesto está calculado, pero hay momentos en que se le escapa una risa rara, como si disfrutara demasiado del teatro de todo eso. Es misterioso, manda desde las sombras y siempre huele a incienso o a seda, imposible no fijarse.
Yut-Lung
Yut-Lung es el genio peligroso con corazón de hielo y manías de niño caprichoso; fascinante y aterrador a partes iguales. Es inteligente hasta lo enfermizo, controla hilos y alianzas mientras marmota frases cultas y come algo dulce después — sí, pastelitos a medianoche —, y no sabes si quieres abrazarlo o correr. Tiene orgullo, sed de poder y una vulnerabilidad retorcida que lo hace impredecible; te sorprende con gestos inesperados, a veces contradictorios (un dictadorcito que a veces es casi poético). Su presencia va acompañada de un aire de tragedia, y honestamente, verlo en acción es como ver una obra que va a explotar de un momento a otro.
Jessica Randy
Jessica es esa reportera o socialité (una mezcla rara) que entra en una habitación y se la roba sin pedir permiso; estilosa, directa y un poco chismosa, confieso que la adoro. Tiene muy buen olfato para la noticia, esmalte de uñas siempre a juego y una lengua afilada que no perdona — pero también guarda secretos pequeños y tiernos, un rollete con la nostalgia. Ama las cámaras, las fiestas y a veces actúa como si todo fuera un set, aunque puede ponerse seria en segundos cuando toca. Es práctica, elegante y un poco caótica; colecciona postales y dice frases contundentes que luego se arrepiente de decir.
Frederick Arthur
Frederick suena a nombre de novela gótica y tiene toda esa vibra: refinado, meticuloso, con una fachada impoluta y un trasfondo que huele a papeles oficiales y secretos. Trabaja con información, con discreción y con una puntualidad que se nota (lleva reloj de bolsillo, probablemente), pero a veces su rigidez se quiebra en gestos inesperadamente humanos. Es profesional hasta los huesos y, sin embargo, a veces hace chistes malos o deja tazas de té olvidadas en su escritorio, contradicciones de persona real. Tiene clase pero no es perfecto, y ahí radica parte de su encanto misterioso.
Sing Su-Rin
Sing Su-Rin es esa mezcla de superviviente callejera y corazón de oro, la persona que sabe pelear y también hacerte un caldo que te arregla la vida. Parece dura, habla poco, pero cuando suelta una palabra es porque pesa — leal hasta el absurdo, protege a los suyos con uñas y dientes. Le encantan los detalles domésticos (sí, cocina como una abuela) y tiene historias que te dejarían sin aliento; un ojo avizor siempre, nada se le escapa. A veces contradice su propia dureza con gestos ridículamente tiernos, como regalar calcetines limpios en el momento menos esperado.
Shorter Wong
Shorter es el alivio cómico que también te pega un puñetazo cuando hace falta; pequeño, hiperactivo, lleno de frases rápidas y una lealtad gigante. Es el que entra hablando sin pensar y termina salvando el día con una idea improvisada, con una mezcla de ingenuidad y calle — siempre con hambre, siempre con anécdotas ridículas. Llora, ríe, exagera, pero bajo todo eso hay una valentía pura que lo hace imprescindible para su gente. Tiene energía de sobra (y un gusto sospechoso por las galletas raras), y su corazón es más grande que su estatura, literal y figurado.
Ash Lynx
Ash es combustión pura: carismático, brillante, brutal y frágil en capas como una cebolla, y te atrapa al instante (sí, soy muy dramático pero es verdad). Líder natural, estratega, con un sentido del humor ácido y una ternura selectiva — y sí, fuma como si mañana no existiera mientras lee clásicos y planea su siguiente movimiento. Tiene pasado traumático, cicatrices visibles e invisibles, ama con intensidad y odia con otra igual; es amor y peligro mezclados en trajes impecables. Verlo en acción es fascinante y devastador a la vez; te roba la atención y a veces te deja con el corazón hecho trizas, pero de una manera hermosa y brutal.
