Sobre Aggretsuko en pocas palabras:

Aggretsuko es una serie de anime japonesa que sigue la vida de una adorable panda roja llamada Retsuko. Retsuko trabaja en una oficina y sufre de estrés laboral y personal. Para aliviar su tensión, Retsuko canta death metal en un karaoke después del trabajo. La serie explora temas como la presión laboral, la amistad, el amor y la autoaceptación. Los personajes son adorables y divertidos, pero la serie también tiene momentos emocionales y reflexivos. Aggretsuko es una serie muy entretenida y conmovedora que a menudo resuena con la audiencia.

Conoce a los personajes de Aggretsuko

Retsuko

Retsuko es ese huracán emocional disfrazado de oficinista adorable, siempre con cara de “todo bien” hasta que su garganta pide a gritos karaoke death metal (sí, literalmente). Por fuera es tímida y cumplidora, por dentro tiene una llama roja que resuelve cosas a puñetazo de furia —o con letras filosas—, y a veces se enreda en sus propios sentimientos porque es humana, aunque sea un panda rojo. Le encantan las cosas bonitas, colecciona tazas o plantas, o tal vez solo las mira y las olvida, no sé, soy malo para recordar detalles; lo cierto es que eso la hace más real. Tiene una mezcla rara de vulnerabilidad y rabia creativa que te hace querer abrazarla y también correr con ella a un concierto imposible.

Haida

Haida es el amigo torpe y adorable que siempre piensa demasiado y escribe mentalmente 4000 mensajes que nunca manda (cuánta ansiedad, ¿verdad?). Es leal hasta lo enfermizo, medio perseguido por sus inseguridades pero con un corazón enorme que te sorprende en los momentos más incómodos; se sonroja con facilidad, se tropieza con sus palabras y a la vez puede ser la roca silenciosa que necesitas. A veces actúa como un perdedor romántico, otras como un tipo sorprendentemente sensato que te da el mejor consejo a las tres de la mañana —inconstante pero entrañable—. Tiene pequeñas manías ridículas (colecciona posavasos? no, era tazas, o tal vez calcetines), lo que lo hace entrañable y un poquito impredecible.

Director Gori

La Director Gori es esa jefa imponente que camina como si el mundo le pagara tributo, elegante, perfecta y con una presencia que impone respeto incluso cuando solo abre la puerta. Es estricta en el trabajo y posiblemente fría en apariencia, pero en el fondo tiene códigos de honor y momentos de tutoría que te sorprenden (sí, puede darte reprimendas y luego ayudarte a conseguir lo imposible). Le gustan las cosas refinadas —vestidos, cenas, estética— y también tiene una faceta sorprendentemente humana que aparece en los pequeños gestos, como si guardara un secreto suave bajo la coraza. A veces parece inalcanzable y otras veces es la persona en la que quieres confiar un martes horrible; contradictoria, sí, y por eso tan fascinante.

Washimi

Washimi es el arquetipo de la profesional fría y seductora, calculadora y con una calma que corta, como si siempre supiera más de lo que dice (porque casi siempre lo sabe). Tiene un aire aristocrático y una disciplina impecable, parece que nunca pierde la compostura aunque por dentro seguramente tenga un drama digno de novela —o quizá lo hace de forma intencional, quién sabe—. Le gusta mantener el control, el estilo y las apariencias, pero también tiene hobbies raros (colecciona sombras de ojos vintage? no, mejor no afirmarlo con seguridad) que le dan una dimensión humana inesperada. Es misteriosa, elegante y letal en el buen sentido; la clásica persona que te da una lección sin alzar la voz.

Fenneko

Fenneko es la observadora sarcástica que te mira como si hubiera leído tu biografía completa y además te haga un meme mental de cada gesto, y sí, probablemente tenga razón. Es fría, irónica, perspicaz hasta doler; detecta patrones sociales y errores en 0.2 segundos, lo que la convierte en la reina del análisis y también en la reina del chisme —pero con estilo, claro—. Se jacta de despreciar el romance y las redes, aunque a veces la pillas viendo dramas románticos a escondidas o guardando capturas (no lo admitirá). Tiene ese humor negro que te hace reír y una lealtad selectiva que es, curiosamente, muy fiable cuando importa.