Sobre The Detective is Already Dead en pocas palabras:

The Detective is Already Dead es una serie de anime que sigue la historia de Kimihiko Kimizuka, un estudiante de secundaria que solía ser el asistente de una famosa detective llamada Siesta. Después de la muerte de Siesta, Kimihiko intenta llevar una vida normal, pero se encuentra con una chica misteriosa llamada Nagisa Natsunagi, quien dice ser Siesta. Juntos, resuelven casos y descubren la verdad detrás de la muerte de Siesta. La serie combina elementos de misterio, acción y comedia, y presenta un elenco diverso de personajes interesantes.

Conoce a los personajes de El Detective ya está muerto

Nagisa Natsunagi

¡Nagisa es una bola de energía que parece no saber dónde termina la sonrisa y dónde empieza el caos! Es de esas personas que te arrastran a planes imposibles con una risa contagiosa, pero a la vez tiene momentos rarísimos de seriedad absoluta que te dejan pensando “¿de dónde vino eso?”. Le encanta meterse en asuntos detectivescos aunque no siempre seguía las instrucciones —y a veces jura que sí las siguió, claro—. Ah, y pasa horas arreglando pequeños detalles que nadie más nota, aunque promete que nunca usa cinta adhesiva y luego aparece con rollos por todas partes.

Charlotte Arisaka Anderson

Charlotte tiene ese aire helado y elegante que te hace pensar que controla todo, y muchas veces es verdad; es fría y tremendamente competente, pero ojo, no es un robot, sólo lo parece cuando quiere. Tiene un pasado como para escribir tres libros, y se mueve en las sombras con decisiones calculadas; no muchas son por diversión, la mayoría son por deber, creo. A veces su sarcasmo te mata y al minuto siguiente te salva la vida —literalmente—, y no puedes evitar admirarla. Y sí, lleva guantes siempre… o quizá sólo a veces; tiene sus días de “guantes off” cuando hay café involucrado.

Yui Saikawa

Yui es la adorable que te hace creer que todo va a salir bien, una mezcla de ternura y nerviosismo con una voluntad sorprendente cuando se lo propone. Es esos personajes que empiezan como apoyo y sin darte cuenta te rompen el corazón de lo valiente que puede ser; tiene manías como ordenar lápices por color y llorar con películas malas. Le gusta ayudar hasta niveles peligrosos, y aun así a veces se queda congelada pensando en la opción B (B de “bravo, no sé qué hacer”). Ah, detalle: colecciona tazas raras, sí, todas con frases motivacionales que nunca coincide en usar.

Siesta

Siesta es la detective legendaria, seca, letal y con más secretos de los que un fandom podría manejar; es carismática pero en plan “no me abraces, podría apuñalarte”, y eso es lo que la hace fascinante. Tiene una lógica implacable, un pasado trágico glamouroso y una habilidad para resolver misterios que roza lo sobrenatural; su actitud es 90% control y 10% ironía mortal. De verdad, cuando habla todos escuchan, aunque muchas veces parece dormida (sí, en sentido literal, a veces casi ronca). Y claro, mantiene un cuaderno con garabatos que nadie puede leer, o eso dice; yo juraría que tiene notas de recetas de curry.

Fubi Kase

Fubi es el miembro inesperado del grupo: despreocupado, con sentido del humor extraño y una tendencia a aparecer en los peores momentos con la cara más serena del mundo. No es el más listo pero sí el que más suerte tiene, o eso parece; tiene teorías conspirativas sobre todo, incluso sobre por qué el cielo es azul, y a veces acierta por pura inspiración. Es de esos amigos que te traen snacks raros y terminan salvando la situación sin saber cómo. Pequeño dato bizarro: colecciona bolígrafos que no escriben, por razones que sólo él entiende.

Kimihiko Kimizuka

Kimihiko es el protagonista cansado pero adorable, ese tipo que acepta el caos con paciencia infinita y una mirada que dice “otra vez no”, pero igual sigue adelante. Es leal hasta los huesos, pragmático y con un sentido de sacrificio que da miedo y ternura al mismo tiempo; su humor es seco y sus reacciones son lo mejor del show. Sabe cocinar platos decentes (o al menos eso cree él), y tiene una tendencia a recordar datos inútiles que de alguna manera siempre ayudan en una investigación. A veces es increíblemente competente y al minuto siguiente pierde las llaves cinco veces; humano, pues.

Koumori

Koumori tiene ese rollo misterioso y un poco travieso, como un gato que sabe demasiado y además lo disfruta; aparece en momentos raros con informaciones extrañas y una sonrisa que no explica nada. Es astuto, adaptable, y se mueve entre aliados y enemigos con una gracia que da miedo, aunque de vez en cuando se atolondra con cosas simples como atarse los zapatos. Tiene hábitos nocturnos muy marcados —sí, como su nombre lo insinúa— y colecciona sombras literales, más o menos, o al menos habla como si lo hiciera. Y por cierto, tiene un gran gusto por lo teatral: capa opcional, drama asegurado.