Sobre Chihayafuru en pocas palabras:

Chihayafuru es una serie de anime que sigue la historia de una chica llamada Chihaya que está obsesionada con el juego de cartas tradicional japonés llamado karuta. Ella sueña con convertirse en la mejor jugadora de karuta de Japón y para lograrlo, forma un equipo con sus amigos de la infancia. La serie se centra en la pasión de Chihaya por el karuta, sus amistades y las rivalidades que surgen en el camino hacia su sueño. La serie también explora temas como la amistad, el amor y la perseverancia.

Conoce a los personajes de Chihayafuru

Hideo Harada

Hideo es uno de esos jugadores veteranos que te intimidaría con una mirada pero luego te ofrece té como si nada. Tiene una calma casi aburrida en la mesa que se vuelve afilada en el momento justo — calculador, elegante, un poco misterioso — y sí, a veces lo ves reír como si hubiese escuchado un chiste privado. Dicen que colecciona cartas antiguas, aunque también podría estar mintiendo y coleccionar tazas (no sé, lo vi con una). En resumen: autoridad silenciosa en karuta, con pequeños gestos que te recuerdan que es humano, no un reloj mecánico perfecto.

Tsutomu Komano

Komano es el cerebro del grupo, el estratega con gafas que siempre tiene una ficha, una estadística y una anécdota lista. Frío en apariencia pero muy leal, es el tipo que estudia patrones como quien colecciona sellos — obsesión bonita, casi adorable. Tiene una faceta nerd que se manifiesta en listas interminables y snacks escondidos (no preguntes dónde guarda las galletas). A veces se frustra y suelta un comentario sarcástico, y luego vuelve a ser el manual ambulante de karuta; es el equilibrio entre lógica y cariño raro.

Chihaya Ayase

¡Chihaya! Explosiva, pura pasión, la típica persona que grita el nombre de una carta como si fuese un himno; ella vive por el karuta y por esa emoción desbordada. Es intensa, honesta hasta el exceso, un poco torpe con los sentimientos y sorprendentemente elegante cuando se concentra (parece contradictorio, lo sé). Tiene una mezcla de inocencia y ferocidad que te hace querer protegerla y pelear junto a ella a la vez; además, cree en algo grande, siempre. Ah, y a veces tiene gustos de moda rarísimos — un día bufanda rosa, al otro nada — pero siempre con coherencia emocional, supongo.

Kanade Ooe

Kanade es la nítida, la que parece de cristal pero corta como una espada: elegante, muy precisa y peligrosamente competitiva cuando la subestiman. Tiene esa calma pulida de quien hace todo con método y sonrisa diplomática, aunque puede prender fuego en partidas sin que lo notes. Le gusta la estética (oh, los detalles pequeños), pero también guarda un lado sorprendentemente impulsivo que aparece en momentos clave. Es la mezcla perfecta de princesa y rival que respeta las reglas… a su manera.

Taichi Mashima

Taichi es el amigo que nunca deja de intentarlo, con una timidez gigantesca y un orgullo escondido que a veces lo deja enredado. Leal hasta el hueso, dramático en silencio, siempre pensando en los demás primero — lo que lo frustra porque él también quiere. Tiene talento real pero se sabotea con dudas; es melancólico y acaso demasiado romántico con sus recuerdos de infancia (y con Chihaya, obviamente, pero shh). También le encanta la fotografía o algo así — o tal vez solo le gustan las cámaras porque le recuerdan a los momentos importantes.

Hisashi Suou

Suou tiene el aura del veterano tranquilo que ha visto muchas partidas y aun así se sorprende con facilidad; es estable, serio y un poco enigmático. No es de muchas palabras pero cuando habla, sus opiniones pesan; eso sí, también puede soltar un comentario inesperadamente tierno sobre comida o flores y te desarma. Le gusta la tradición y el respeto por el juego, pero tiene un humor seco que aparece a destiempo (y te ríes porque es honesto). En fin, un pilar sobrio con pequeños caprichos humanos que lo hacen simpático.

Arata Wataya

Arata es el alma pura del karuta, casi un espíritu antiguo en cuerpo joven: sensible, obsesivo por el juego, y con una intensidad que se siente como nostalgia. Es muy talentoso, sí, pero su timidez y su mundo interior lo hacen frágil en formas que te rompen el corazón y te hacen querer cuidarlo — a veces parece un poeta mediocre y a veces un genio implacable. Tiene una devoción casi religiosa por las cartas y por sus amigos, y también una costumbre extraña de tararear cuando piensa (o eso creo). En resumen: brillante, dulce y peligrosamente profundo.

Shinobu Wakamiya

Shinobu es ese prodigio adorable que viene con sonrisa dulce y una ambición feroz escondida en la manga; parece pequeña y juguetona, pero juega como quien planea una partida de ajedrez en cinco movimientos. Es graciosa, elegante, y a veces demasiado teatral — le encanta ser el centro y al mismo tiempo trabaja como si nada la distrajera. Puede ser cruel sin pretenderlo y luego pedir perdón con un pastelito (literalmente, le gustan los postres, lo juro). En resumen: encanto letal, sonrisa de porcelana y mente de estratega: imposible no mirarla.