Sobre SK8 the Infinity en pocas palabras:

SK8 the Infinity es una serie de anime que sigue la historia de Reki, un estudiante de secundaria que es un apasionado del skateboarding. Un día, se encuentra con Langa, un joven que acaba de mudarse a Japón desde Canadá y que tiene habilidades de snowboard. Juntos, forman un equipo y participan en carreras de skateboarding clandestinas llamadas S. La serie sigue su viaje mientras compiten contra otros equipos y luchan por convertirse en los mejores skaters de la ciudad. Con una animación impresionante y una banda sonora emocionante, SK8 the Infinity es una serie emocionante y llena de acción para los amantes del deporte extremo.

Conoce a los personajes de SK8 the Infinity

Reki Kyan

Reki es pura energía en forma de skater: optimista, creativo y siempre con la cabeza llena de ideas para su próximo diseño de tabla. Le encanta la comida simple y reconfortante —fideos instantáneos en la habitación, tortillas a las tres de la mañana— y jura que eso es lo mejor para pensar (aunque a veces dice lo contrario cuando prueba algo nuevo y gourmet). Es adorablemente desordenado y a la vez obsesivo con su arte; podría olvidar una cita pero nunca un boceto. Tiene ese entusiasmo contagioso que te hace querer unirte a cualquier plan loco que proponga, incluso si luego se arrepiente un poco (o mucho).

Langa Hasegawa

Langa es tranquilo, tranquilo… y cuando deja de estar tranquilo, mejor correrse porque se convierte en una máquina sobre la tabla. Come con calma, a veces come cosas dulces como pancakes, otras veces solo toma café negro y actúa como si fuera la opción obvia (sí, contradicción total, pero así es él). Se nota que es de pocas palabras pero profundas —mira mucho, procesa y cuando habla, pega en el clavo—; es como nieve silenciosa que pega fuerte. Tiene una mezcla de inocencia y concentración feroz que lo hace terriblemente confiable y sorpresivamente sentimental.

Miya Chinen

Miya es ese pequeño genio que parece que lleva tres vidas dentro: culto, astuto y con un sentido del humor que a veces da escalofríos (en el buen sentido). Ama las cosas pequeñas y refinadas, snacks perfectos en porciones ínfimas y una taza de té bien fría; aunque también puede devorar una montaña de dulces si está celebrando —o si está tramando algo—. Es serio cuando tiene que serlo, pero luego te lanza una broma ácida y te deja pensando si fue cariño o manipulación (spoiler: probablemente ambas). Tiene cara de ángel y tácticas de maestro, lo cual es genial y ligeramente aterrador.

Hiromi Higa

Hiromi es el pilar silencioso del grupo: calmado, responsable y con una paciencia enorme que, de vez en cuando, explota en risas estruendosas por cosas ridículas. Le gustan las comidas caseras, platos con sabor a hogar como curry o arroz con huevo, y se toma el tiempo de cocinar cuando está de buen humor (aunque también ordena cosas raras a domicilio a altas horas). Es del tipo que te cubre la espalda sin hacer mucho escándalo, y a la vez colecciona cascos o llaveros raros, sí, coleccionista secreto. Tiene esa vibra de hermano mayor que te regaña pero te presta dinero sin pensarlo (o lo oculta, depende del día).

Kaoru Sakurayashiki

Kaoru es flamboyante en pequeños toques: elegante sin esfuerzo, con gusto por lo estético y por complicar las cosas de manera dramática (pero con estilo, siempre con estilo). Ama el postre fino, todo con crema y un poco de fruta, aunque dice que prefiere lo amargo solo para parecer sofisticado; luego se le nota que roba bocados dulces cuando nadie mira. Es sociable, un poco teatral, y tiene esa habilidad de aparecer cuando no lo esperas para cambiar la dinámica —puede ser la chispa o la distracción—. A veces parece contradictorio, habla de calma y llega con confeti mental, pero ahí radica su encanto.

Kojiro Nanjo

Kojiro es duro por fuera, intenso por dentro y con una ética de hierro que asusta a los novatos; es el tipo que respira competencia y lo hace ver fácil. Le gustan las comidas fuertes, sabores intensos y picantes que coinciden con su personalidad (pero sí, le da debilidad una sopa simple en días malos, no se lo digas a nadie). Es serio, directo y sorprendentemente leal; podría gruñirte pero luego arriesgarlo todo por su gente. Tiene historias que suenan a leyendas urbanas y un lado blando que aparece solo después de beber demasiado o cuando hay gatos cerca (sí, gatos).