Sobre The Devil is a Part-Timer en pocas palabras:

The Devil is a Part-Timer es una serie de anime que sigue la historia del rey demonio, Satanás, quien es transportado a un mundo diferente después de perder una batalla en su propio mundo. En este nuevo mundo, Satanás se convierte en un empleado de una cadena de comida rápida llamada MgRonalds y comienza a vivir una vida pacífica y normal. Sin embargo, pronto descubre que su propio mundo está en peligro y debe encontrar una manera de regresar y salvarlo. La serie es una mezcla de comedia y acción, con personajes interesantes y una trama emocionante.

Conoce a los personajes de The Devil is a Part-Timer

Miki Shiba

Miki es esa persona que parece tenerlo todo calculado y luego hace algo totalmente impulsivo, oh por favor, es adorable. Reservada y fría en el primer encuentro, pero si la conoces un poco más suelta cosas ridículas sobre sus snacks favoritos (y jura que no le gustan los dulces, mentira, tiene una caja secreta). Tiene un talento extraño para aparecer en los momentos exactos, como un GPS emocional, aunque a veces desaparece y no sabes si fue drama o si se quedó dormida viendo anime. En resumen: misteriosa, un poco contradictoria y absolutamente cautivadora — sí, te roba la escena sin querer.

Maou Sadao

Maou es básicamente la definición de “jefe demonio que trabaja en comida rápida” y eso ya es demasiado genial, en serio. Es ambicioso y cruel en su vida anterior, pero en Tokio es el tipo que sonríe mientras sirve hamburguesas y planea la dominación mundial con una mano y con la otra prueba salsa picante (sí, amante del curry y del ramen). Tiene un ego enorme pero también es terriblemente trabajador y sorprendentemente tierno con su equipo; a veces actúa como villano clásico, otras como un jefe que te invita pastelitos, no sé, me confunde y eso me encanta. Ah, y tiene sentido del humor pésimo, lo que lo hace aún más entrañable — peligroso y adorable al mismo tiempo.

Emi Yusa

Emi es la heroína ruda que no te deja respirar y al mismo tiempo quiere que todo sea justo, es pura pasión con armadura, literalmente. Orgullosa, disciplinada y con un rencor profundo hacia Maou (lo odia con todo su corazón, o bueno, a veces lo mira raro y eso cuenta como odio), pero también tiene un lado blando que aparece en momentos absurdos, como coleccionar objetos brillantes o llorar por una película mala. Es seria y estricto en su deber, pero se sorprende siendo comprensiva con compañeros que no lo merecen — contradictoria, sí, y eso la hace real. Y sí, amenaza con espadas y con mirada fría, pero también tiene un peluche escondido en su casillero (no me preguntes por qué, lo vi en un episodio o me lo imaginé).

Hanza Urushihara

Hanza es el tipo raro, siempre con gafas y una actitud de “sé más de lo que aparento”, y te enamoras de su caos; es divertido porque nunca sabes si está tramando algo tonto o un plan maestro. Es relajado y pervertido (no de manera peligrosa, más bien de comedia), le encanta meterse en líos y, sorpresa, tiene una lealtad inquebrantable hacia sus amigos aunque lo paguen con sarcasmo. A veces parece inmaduro y a la vez sufre en silencio por cosas profundas, sí, drama escondido en una camiseta con estampado absurdo — me encanta esa mezcla. Puede ser irracional en público y filósofo en la noche, o al revés, depende del humor, y eso lo hace impredecible y divertido.

Shiro Ashiya

Shiro es el mayordomo perfecto pero con un tic emocional que te rompe el corazón — frío, eficiente y obsesionado con el orden, pero con destellos de ternura que aparecen al abrir la nevera (¿esa comida es suya? quizá sí). Es extremadamente leal a Maou y suele ser la voz racional del grupo, aunque a veces sufre ataques de blushing cuando alguien le dice algo sentimental, sí, el contraste me mata. Habla formal como si recitara un tratado, pero luego arruina una broma terrible sin darse cuenta; excelente en matemáticas, terrible con plantas (las mata por accidente o por exceso de amor). En pocas palabras: serio, adorable en modos raros y sorprendentemente humano, aunque diga que no lo es.

Albert Ande

Albert es el tipo amable que parece sacado de un libro de etiqueta — educado, pulcro y con un sentido del deber que da respeto, pero también tiene un lado un poco torpe que aparece cuando intenta cocinar (la cocina le traiciona). Es inteligente, metódico y a veces demasiado preocupado por las formalidades; sin embargo, es capaz de soltarse y contar chistes malos en el peor momento, lo que siempre rompe la tensión (gracias Albert). Tiene un aura casi angelical, pero no siempre actúa como tal: se olvida de fechas importantes y se pone nervioso con los cumplidos, contradictorio y humano otra vez. En resumen: noble, algo despistado y, sorprendentemente, muy querido por todos — aunque nunca lo admitirá en voz alta.