Sobre Call of the Night en pocas palabras:

Call of the Night es una serie de anime que sigue la historia de Ko, un estudiante de secundaria que tiene problemas para dormir y decide salir a caminar por la noche. En una de sus caminatas, se encuentra con una chica vampiro llamada Nazuna, quien le ofrece su sangre para ayudarlo a dormir. A partir de ese momento, Ko comienza a pasar sus noches con Nazuna y otros vampiros, descubriendo un mundo mágico y peligroso que lo llevará a enfrentarse a sus propios miedos y deseos. La serie combina elementos de romance, comedia y horror para crear una experiencia única y emocionante para los espectadores.

Conoce a los personajes de Call of the Night

Ko

Ko es ese protagonista raro que te hace sonreír sin querer — tímido, soñador y con una incapacidad crónica para dormir (sí, insomne hasta la médula). Le encanta perderse por la ciudad de noche y mirar escaparates como si fueran portales secretos; a veces parece súper decidido y al segundo después duda como si fuera la primera vez que respira. Tiene una torpeza adorable, se tropieza con sus propias ideas pero insiste en seguir (y es sorprendentemente valiente cuando importa). Ah, y juraría que odia el café pero siempre lleva un termo, no sé por qué, podría ser té, podría ser solo ilusión.

Seri

Seri es esa presencia enigmática que siempre aparece en los momentos raros; seco en el humor, observador y con una paciencia que te pone nervioso (o te calma, depende). Actúa como si entendiera todo y a la vez no tuviera ni idea — maestro de las micro-respuestas que te dejan pensando una hora. Cuida a los demás con pequeños gestos raros, tipo traer paraguas aunque haya sol; a veces parece casi paternal y otras veces un conspirador excéntrico. No sé si confía en la gente o finge hacerlo, pero mola mucho que sea así de contradictorio.

Nazuna

Nazuna es puro caos nocturno en forma humana: juguetona, distante, seductora por accidente y totalmente honesta cuando le da la gana. Vive por y para la noche, te enseña a ver la oscuridad como algo suave y cómodo (y aunque lo diga con humor, a veces da ganas de seguirla sin pensarlo). Tiene gestos infantiles y a la vez frases profundas que te atropellan; es impredecible pero sinceramente protectora con quien le importa. Ah, y colecciona snacks raros de conveniencia y dice que odia el drama aunque secretamente lo provoca — típico.

Kabura

Kabura tiene esa energía de “no me toques el orgullo” pero con un corazón enorme escondido bajo capas de sarcasmo y tatuajes emocionales (o quizá solo uno literal, no recuerdo). Es directa, de acción, la que pelea cuando las palabras fallan; también puede ser exageradamente melodramática en el mejor sentido. A veces actúa como la persona más responsable del grupo y al minuto siguiente te lanza un comentario que no pega con nada, lo cual es perfecto. Tiene manías raras (como apilar cosas en orden imposible) y siempre parece saber más de lo que admite.

Akira

Akira es el tipo tranquilo que aparentemente sabe tocar una canción que te rompe y luego te regala una observación filosófica sobre la noche — músico/no sé si músico pero definitivamente poético. Es amable de forma casi cansina, como si tuviera un manual de consuelo y lo repartiera a escondidas; da consejos y luego niega haberlos dado (muy típico). Tiene una paciencia zen que compensa la locura de los demás, aunque en privado grite mentalmente; y creo que colecciona cucharillas o algo así, sí, cucharillas.

Akihito

Akihito parece el cerebro del grupo: serio, lógico y con una cara que dice “tengo teorías” aunque nunca te las suelte todas. Observador, frío en lo justo, y cuando se preocupa lo hace de una manera silenciosa que duele más que un drama ruidoso. Le gustan los libros viejos y los mapas de la ciudad por la noche, y sí, sabe más de lo que muestra (como siempre). A veces es sorprendentemente romántico en los pequeños gestos y otras veces parece olvidarlo — contradicciones, amores.

Anko

Anko es pura energía desbordada y sarcasmo afilado, la que propone planes imposibles a las tres de la mañana y te convence antes de que puedas decir no. Es ruidosa, cariñosa a su manera y con un toque de desorden adorable; también mete la pata pero se recupera riéndose y empujándote a la aventura. Tiene una ternura inesperada que aparece en detalles minúsculos (como llevar un llavero ridículo o regalarte un snack raro) y a la vez es capaz de darte la clase más dura de la forma más honesta. No sé, es una mezcla de caos y confort — la favorita para cenas improvisadas y peleas increíbles.