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FLCL: ¿Qué personaje eres?

¡Bienvenidos al quiz de FLCL! ¿Te has preguntado alguna vez qué personaje de esta icónica serie de anime eres? ¡Ahora es tu oportunidad de descubrirlo! FLCL es una serie llena de acción, comedia y drama que sigue la historia de Naota, un joven que se ve envuelto en una serie de eventos extraños y surrealistas después de que Haruko, una misteriosa chica en una Vespa, aparece en su vida. Cada personaje de FLCL tiene su propia personalidad única y es hora de que descubras cuál de ellos se parece más a ti. ¡Comenzar ahora y descubre qué personaje de FLCL eres realmente! Haz clic en el botón Comenzar a continuación para empezar el quiz.

Bienvenido al cuestionario: FLCL: ¿Qué personaje eres?

Sobre FLCL en pocas palabras:

FLCL es una serie de anime que sigue la vida de Naota, un joven de 12 años que vive en una pequeña ciudad japonesa. Un día, su vida cambia cuando es atropellado por una extraña chica en una Vespa, llamada Haruko. A partir de ese momento, Naota comienza a experimentar situaciones extrañas y surrealistas, que incluyen robots gigantes que emergen de su cabeza. La serie explora temas como la madurez, la sexualidad y la identidad, y presenta un estilo visual único y una banda sonora impresionante. FLCL es una serie emocionante y divertida que ha ganado una gran cantidad de seguidores en todo el mundo.

Conoce a los personajes de FLCL

Haruko Haruhara

Haruko es puro caos con una Rickenbacker y una misión ridículamente ambigua; es como un tornado con botas de lluvia y una risa que te hace dudar si te va a abrazar o destruir la ciudad. Siempre está sobreexcitada, exagerada y serena en la misma frase — súper teatral y también increíblemente directa, lo que es desconcertante y maravilloso. Tiene un magnetismo de “no sabes si confiarle tu vida o tu helado” y sí, monta una Vespa, toca el bajo como si fuera una pistola y quizá adore la pizza, o era el atún, no me acuerdo. Aparente despreocupación pero con un trasfondo alienígena y algo trágico, y a veces, solo a veces, muestra que entiende a la gente más de lo que aparenta.

Naota Nandaba

Naota es ese protagonista pequeño, serio y rabiosamente humano que pasa por la adolescencia con cara de “no me lo creo” la mayor parte del tiempo — y eso lo hace perfecto. Es callado, gruñón y a veces inexpresivo, pero debajo está todo el mareo de crecer, celos, orgullo perdido y un corazón que no sabe cómo pedir ayuda. A veces actúa como si supiera más de lo que sabe y otras veces es puro niño que quiere jugar con su cochecito — es contradictorio y por eso lo amo. Sus reacciones son las que sostienen la serie: simples, honestas y a veces absurdamente épicas (cuando las cosas explotan, él solo pone cara).

Mamimi Samejima

Mamimi es melancolía hecha persona y también un agujero en el sofá de una sala de juegos; está enredada en su pasado y en sus propias fantasías, y es a la vez dulce, peligrosa y terriblemente pegajosa (en el sentido emocional, no literal… bueno, a veces literal). Tiene un cariño obsesivo por Naota que no siempre es bonito ni saludable, pero es humano, y su manera de sobrevivir es aferrarse a recuerdos — cartas, fotos, bolsitas raras — y a veces a cigarrillos, videojuegos y calles nocturnas. Es enigmática, contradictoria (se comporta como niña y a la vez como adulta rota) y, sorpresa, tiene un increíble sentido de la nostalgia por cosas que quizá ni existieron exactamente como ella las recuerda.

Canti

Canti es el robot con un casco de televisión y una expresividad que va más allá de las palabras; a veces es solo ruido y humo, otras es sorprendentemente tierno y leal como un perro gigante metálico. Hace acciones heroicas sin hablar casi nada — bueno, emite sonidos y bocina emocional, que de algún modo funciona — y es el tipo de personaje que se gana tu corazón en silencio. Sirve como arma, como amigo y como símbolo trágico cómico, porque sí, también explota, se calla y luego regresa como si nada.

Ninamori

Eri Ninamori es la chica aplicada que guarda un volcán interno; por fuera es ordenada, responsable y orgullosa (sí, la típica hija del alcalde con carpeta impecable), y por dentro está rompiéndose un poquito de celos e inseguridad. Tiene un lado dulce y vengativo según el día: puede ser dulce y luego lanzar miradas que cortan como cuchillo, lo que la hace realísimo y super relatable. A veces la ves firme, controlando todo, y otras se deja llevar por impulsos — colecciona memorias, guarda secretos y, no sé por qué, posiblemente un montón de pegatinas en la libreta.