Sobre Makeine en pocas palabras:

Makeine: ¡Demasiadas Heroínas Perdedoras! es un anime de comedia romántica ambientado en la Escuela Secundaria Tsuwabuki. La historia se centra en Kazuhiko Nukumizu, un estudiante común y algo torpe, que se ve envuelto en las vidas amorosas de varias chicas populares, todas rechazadas por sus enamorados. Con giros cómicos y momentos conmovedores, la serie explora cómo estas chicas manejan el rechazo y crecen a partir de él, mientras Kazuhiko permanece como un espectador inocente en su torbellino emocional.

Conoce a los personajes de Makeine

Chika Komari

Chika es como un concentrado de rayos de sol con una mochila llena de pegatinas, imposible no sonreírle. Tiene esa energía contagiosa, siempre lista para lanzar un plan improvisado (y casi siempre falla, pero de la mejor manera). Le encanta el orden en teoría —sí, en teoría— pero su habitación parece un tornado de notas y peluches; y ojo, es sorprendentemente buena resolviendo puzzles raros a las tres de la mañana. Ah, y siempre se come el último trozo de pastel aunque jure que no lo hará, ¡hipócrita adorable!

Kazuhiko Nukumizu

Kazuhiko es el tipo tranquilo que puedes encontrar leyendo en una esquina con auriculares, y sin embargo tiene cara de quien acaba de descubrir un secreto del universo. Es amable, metódico y un poco nerd; colecciona cosas pequeñas (cucharitas, fichas de tren, recuerdos absurdos) como si fueran reliquias. Curiosamente odia el ruido y al mismo tiempo practica con la guitarra eléctrica a las dos de la madrugada, vaya contradicción; eso sí, nunca te fallará cuando lo necesitas. Tiene un sentido del humor seco que aparece cuando menos lo esperas y te deja riendo por minutos.

Lemon Yakishio

Lemon es ácido y dulce al mismo tiempo, literal y figurativamente, como si su personalidad fuera un cóctel cítrico con una pizca de sal. Sarcástica, directa y muy buena en plantas/culinaria —no sé, la imagino haciendo conservas mientras recita poesía—, siempre tiene un comentario punzante que sorprende porque luego te abraza como si nada. Le encanta dejar post-its con consejos raros por todos lados; también tiene miedo ridículo a las palomas, no preguntes por qué. A veces actúa como si nada la tocara, pero guarda una colección de cartas dobladas en el fondo de un cajón; ñaam, ese contraste me mata.

Anna Yanami

Anna es la clase de persona que camina lenta y parece que todo es parte de un plan, incluso cuando improvisa (porque improvisa todo el rato). Enigmática, fría a primera vista pero con detalles absurdamente románticos —tipo guardar boletos de cine viejos—, es la estratega que nadie esperaba. Le gustan los gatos, le gustan las novelas baratas, y a veces se desaparece tres días para volver con una taza de té nueva y mil historias que no concuerdan del todo entre sí. Tiene una risa rara que suena como si estuviera a punto de confesar algo y luego no lo hace; muy misteriosa, ¡me encanta!

Kaju Nukumizu

Kaju tiene esa calma de árbol viejo, paciente, observadora y con una voz que te calma aunque diga algo completamente extraño (como su pasión por hablar con plantas en voz alta). Responsable y un poco exageradamente organizada, dirige cosas con mano suave pero firme; no es de levantar la voz, más bien deja notas hiper detalladas por todas partes (sí, incluso en la nevera). Le molesta ser el centro de atención pero secretamente disfruta cuando la gente le pide consejo de vida a las 4 a.m., rara contradicción humana. También colecciona semillas y postales, y a veces escribe haikus sobre la hora del desayuno, no sé por qué esto es tan adorable.

Yumeko Shikiya

Yumeko es pura teatralidad y riesgo, la amiga que convierte cualquier tarde aburrida en una aventura improbable (o en una apuesta loca, depende del día). Es impredecible, brillante en improvisación y tiene un gusto terrible por los sombreros extravagantes; también mete referencias de películas en conversaciones serias como si fuera normal. Punctual? Ja, a veces llega cincuenta minutos antes y otras llega veinte minutos tarde, nunca sabes, pero siempre con una sonrisa enorme y un cuento nuevo. Tiene un lado dulce y un lado un poco malévolo (en plan bromista), te hace reír y luego te deja pensando en cosas profundas que no pediste, y eso es exactamente su encanto.