Sobre Little Witch Academia en pocas palabras:

Little Witch Academia es una serie de anime que sigue las aventuras de Akko Kagari, una joven bruja que sueña con convertirse en una gran hechicera como su ídolo, Shiny Chariot. Akko asiste a la Academia de Brujas Luna Nova, donde se encuentra con sus amigas Lotte y Sucy. Juntas, exploran el mundo mágico y aprenden a dominar sus habilidades como brujas. La serie está llena de humor, acción y magia, y es una aventura emocionante para toda la familia.

Conoce a los personajes de Pequeña Academia de Brujas

Akko Kagari

Akko es pura energía y optimismo desbordante, la clásica soñadora que no se rinde ni aunque el mundo mágico la ignore. Impropia para la sutileza: impulsa, grita, salta y a veces estropea cosas pero lo hace con una convicción adorable (y sí, sigue obsesionada con Shiny Chariot). Tiene un corazón enorme y una terquedad que empuja a todos a mejorar, incluso cuando sus métodos son terriblemente poco ortodoxos. A veces actúa como si odiara estudiar pero también colecciona libros de trucos raros, no sé, contradictoria y genial. Ah, y siempre lleva puesto ese cinturón que no debería caberle —pequeños detalles—.

Sucy Manbavaran

Sucy es la bruja seca y extraña con un gusto por las toxinas, los hongos y miradas que te atraviesan. Sarcástica, irónica y siempre medio dormida, parece que nunca siente nada pero en realidad protege a sus amigos a su manera—es la amiga tóxica literal, pero cariñosa si cuentas mordiscos como cariño. Sus experimentos son gloriosos y a veces un poco aterradores; si encuentras un hongo en tu bolso, sabías que pasaste cerca de ella. Pequeño detalle: cree que los conejos la juzgan y a veces les pregunta su opinión, no sé por qué lo imagino así.

Lotte Jansson

Lotte es el alma tranquila del grupo: dulce, tímida y siempre dispuesta a escuchar, con una risa suave que te hace suspirar. Fanática de la literatura y las historias (y de los té-citarios; toma té como si fuese una profesión), tiene un valor escondido que aparece cuando menos lo esperas. Es la amiga que organiza todo en secreto y, ojo, a veces se sorprende a sí misma siendo valiente en momentos ridículos. Y sí, colecciona fantasmas en cuadernos —no literalmente, pero casi—.

Diana Cavendish

Diana es la perfección vestido de chica: talentosa, fría y absolutamente competente, la estudiante que todos respetan y temen un poco. Orgullosa, un poco solemne, controla su magia con una precisión militar y se toma la tradición muy en serio (ay, pero a veces la imagino con una libreta de stickers escondida). Tiene una lealtad firme, aunque le cueste demostrar cariño; secretamente admira el caos de Akko y se enoja consigo misma por eso. Es la rival que también podría salvarte la vida sin pestañear. Y detalle raro: colecciona dedales o algo vintage, juraría que una vez le vi uno con un unicornio.

Amanda O’Neill

Amanda es el espíritu libre ruidoso y desordenado: skate, rock, bromas malas y una sonrisa que te arrastra a la aventura. Rompe reglas como si fueran cuadernos viejos, pero también tiene una lealtad feroz y un lado ultra-protector que aparece cuando menos lo esperas. Es energética, pícara y sorprendentemente buena con las manualidades (sí, lo sé, contradicción máxima: guitarrista que arregla cosas con cinta). Le encanta exagerar todo y a veces finge ser despreocupada cuando en realidad planeó todo desde el principio. También, obsesión personal: colecciona etiquetas de camisetas ajenas, no preguntes.

Constanze Amalie von Braunschbank Albrechtsberger

Constanze es la genio tecnológica callada, la que arma artilugios rarísimos mientras mastica algo y no presta atención a chismes. Silenciosa pero letal en pruebas prácticas —si hay que construir algo, no busques a nadie más—, tiene una lógica que roza lo impenetrable y un humor seco que solo pocos entienden. A veces parece despistada con la vida social (dolores sociales, sí), pero en verdad está calculando 17 maneras de mejorar un aparato; es brillante y un poco distraída, y eso la hace adorable. Tiene un gusto inusual por las galletas crujientes a las 3 a.m. y colecciona piezas de metal pequeñas, aunque no siempre sabe para qué sirven. Extra: creo que una vez intentó programar una lámpara para nublar el día, adoraría ver eso.