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¿Qué personaje de ‘Dark Gathering’ eres?

Sumérgete en el mundo sombrío de "Dark Gathering" y descubre qué personaje refleja verdaderamente tu esencia. Inspirada en la cautivadora serie de manga de Kenichi Kondo, esta adaptación de anime dirigida por Ikehata Hiroshi en OLM da vida magistralmente al escalofriante relato de Keitaro Gentoga, un psíquico traumatizado por un encuentro con un espíritu vengativo, y Yayoi Hozuki, una joven médium prodigiosa en una incansable búsqueda para descubrir los secretos paranormales detrás de la desaparición de su madre. ¿Quién de ellos resuena más con tu espíritu? Tal vez haya más en ti de lo que se ve a simple vista. ¿Estás listo para revelar tu contraparte espectral? Desplázate hacia abajo y presiona el botón de inicio para embarcarte en este viaje sobrenatural.

Bienvenido al cuestionario: ¿Qué personaje de Dark Gathering eres?

Sobre Dark Gathering en pocas palabras:

Dark Gathering es una cautivadora serie de anime que despliega el escalofriante viaje de Keitaro Gentoga, un psíquico traumatizado en el pasado, mientras es arrastrado de manera reluctante de vuelta al reino de lo sobrenatural por una niña médium ferozmente decidida, Yayoi Hozuki. Juntos, mientras enfrentan lo desconocido inquietante, desentrañan un misterio más profundo que vincula sus pasados y los lleva por un camino lleno de encuentros inquietantes y revelaciones que te dejarán sin aliento.

Conoce a los personajes de Dark Gathering

Yayoi Hozuki

Yayoi tiene esa vibra fría pero no demasiado, tipo cuchillo envuelto en papel bonito — seria, profesional y raramente pierde la compostura, aunque por dentro probablemente esté planeando algo. Es la clásica que sabe más de lo que dice, experta en rituales y con un sentido del deber que da un poco de miedo (en el buen sentido). A veces parece imposible que tenga sentido del humor, y luego sueltas una broma seca y te derriba; o sea, ¿cómo? Acentos raros en sus gustos: jura que no le gustan los postres, pero la verás comiendo pastel a las tres de la mañana mientras revisa notas, así que no la subestimes.

Kentaro Gentoga

Kentaro es ese protagonista que a la vez te cae bien y te desespera, torpe, curioso y con una capacidad para atraer problemas paranormales que es casi cómica. Tiene un corazón enorme y una tendencia a meterse en líos porque no puede dejar a la gente (o a los espíritus) sin ayudar, aunque eso signifique gritar y correr después; no es el típico héroe elegante, más bien sudoroso y realista. Es sorprendentemente observador cuando se concentra, pero también puede olvidarse de cosas obvias, como dónde dejó el móvil — o su sentido común. En fin, adorable desastre con momentos de sorprendente valor, y sí, probablemente lleva una linterna siempre (o al menos eso cree).

Eiko Hozuki

Eiko es intensa y un poco impredecible; hermana o amiga protectora según el día, y no te conviene hacerla enfadar — tiene esa mezcla de ternura y filo que pica. Le encanta cuidar de los demás pero también disfruta del misterio, y a veces se sorprende a sí misma viéndolo todo con una sonrisa medio torcida; hay cariño, sí, pero también una pizca de obsesión por los detalles. Confunde: puede ser maternal y luego lanzar un comentario totalmente sarcástico que te deja pensando si estabas en una discusión o en una comedia. Ah, y tiene un colgante raro que nunca te explica de verdad, así que ya sabes, conspiración en puerta.

Ai Kamiyo

Ai es el tipo de personaje que te intriga desde la primera escena: enigmática, elegante y con una presencia que corta el aire — mucho misterio, pocas respuestas y una risa que no sabes si confiar. Parece distante pero en realidad observa todo, como si jugara ajedrez con los espíritus y con las personas; a veces parece frágil, otras veces te recuerda que puede ser la más peligrosa del grupo. Tiene manías curiosas, como coleccionar cosas pequeñas (bolitas, cuerdas, lo que sea) y hablar con tonos extraños cuando nadie la escucha; contradicción total, porque luego es increíblemente directa. En resumen: bonita, rara y potencialmente letal en el mejor sentido dramático, y siempre con un aire de “sé algo que tú no sabes”.