Sobre Toilet-bound Hanako-kun en pocas palabras:

“Toilet-bound Hanako-kun” sigue la historia de Nene Yashiro, una chica de secundaria que busca la ayuda de un fantasma llamado Hanako, rumoreado como uno de los “Siete Misterios”, para que le conceda sus deseos. En cambio, se ve envuelta en el mundo oculto de los espíritus escolares y sus historias intrigantes. Con una mezcla de humor, romance y suspenso, la serie revela los misterios de los residentes sobrenaturales de la escuela.

Conoce a los personajes de Toilet-bound Hanako-kun

Hanako

¡Hanako es el espíritu escolar más famoso y raro que te puedas imaginar! Tiene esa mezcla irresistible de niño travieso y guardián serio, siempre con una sonrisa que te pone en guardia (y sí, a veces parece que se ríe de tus secretos). Le encanta hacer bromas pequeñas pero también carga con responsabilidades enormes, como si fuera un héroe con ansias de algodón de azúcar; protector pero caprichoso, vaya combinación. A veces es dulce hasta lo ridículo y a la vez puede ponerse oscuro en un pestañeo — muy típico de él — y juraría que colecciona botones rotos, aunque hoy me parece que prefiere los dulces.

Nene Yashiro

Nene es puro corazón y caos adorable, la chica que se enamora de todo y de todos (especialmente de lo dramático). Es torpe, impulsiva y súper leal, y tiene esa mezcla de valentía absurda y miedos mundanos — corre gritando pero vuelve por su gente, ¿no es hermoso? Le gustan las cosas lindas, pegatinas y envolver los problemas con papel bonito; colecciona notas, borradores, secretos… demasiados secretos. A veces se comporta como niña asustada y al minuto está usando una linterna para enfrentar un fantasma; contradictoria pero sinceramente adorable.

Kou Minamoto

Kou es el exorcista prototipo pero con complejidades: serio, metódico y con una idea muy clara del deber, aunque se le nota que quiere hacer las cosas bien (y también sentir amor, shh). Tiene esa fachada de “orden y disciplina” pero se enrojece cuando algo le sale mal o cuando Nene aparece — sí, es tierno, lo admito. Le encantan los rituales y las armas tradicionales, pero te sorprendería verlo comer ramen a las tres de la mañana en pijama — o al menos eso dicen. Es responsable hasta la médula y a la vez muy humano, mucho más humano de lo que su capa permite creer.

Teru Minamoto

Teru es el hermano grande genial-hipster-exorcista que en realidad quiere ser el centro de atención (y lo logra sin esforzarse mucho). Es ruidoso, extravagante y con un sentido del estilo que hace girar cabezas; se le da bien vacilar a Kou y luego cuidarlo como un santo, contradicción pública. Le encanta la música, los movimientos dramáticos y, aparentemente, el café con demasiada azúcar; tiene gestos exagerados y una ternura escondida que sale por sorpresa. A veces parece que sólo quiere divertirse y otras veces actúa con una seriedad que sorprende — imprevisible y encantador, en resumen.

Aoi Akane

Aoi es la calma en medio del huracán, esa persona que baja la voz pero te hace sentir que todo estará bien (aunque tenga un lado muy raro, en plan coleccionista de cosas pequeñas). Es sensata, observadora y un poco maternal, pero no te equivoques: también guarda rencores como quien guarda boletos de conciertos — ordenados, etiquetados y listos. Le gusta la naturaleza, las tardes con té y tiene la manía de llevar siempre una curita en el dedo, no sé por qué, tal vez por recuerdos tontos. A veces ríe como si nada y otras se pone seria como si leyera el futuro; es tranquila y, sin embargo, misteriosa de una forma sutil.

Tsukasa Yugi

Tsukasa es la versión “ruleta rusa” de la ternura: dulce, inquietante y con una sonrisa que no sabes si abrazar o temer. Es infantil en apariencia pero tiene impulsos que te sacuden, como si jugar fuera su manera favorita de sembrar caos (y a veces lo consigue). Le encanta lo lindo, los muñecos y las canciones de cuna, pero también puede hacer cosas inesperadas que te dejan pensando — adorable y peligroso, mezcla imperfecta. A veces parece leal hasta el extremo y otras veces traiciona por simple curiosidad; no intentes entenderlo todo, mejor disfrútalo (o mantén distancia).