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¿Quién eres en Classroom of the Elite según tus preferencias alimentarias?

Si eres un fanático de los animes o series de televisión, seguro que has oído hablar de Classroom of the Elite, una serie que ha cautivado a muchos por su trama intrigante y personajes interesantes. En esta ocasión, te invitamos a descubrir quién eres en Classroom of the Elite según tus preferencias alimentarias. ¿Eres alguien que prefiere la comida rápida y práctica como el protagonista Ayanokoji? ¿O te inclinas más por la comida gourmet y sofisticada como la estudiante de clase alta Ichinose? Descubre tu verdadera identidad en esta serie a través de este divertido quiz. ¡No esperes más y comienza ahora mismo haciendo clic en el botón Comenzar!

Bienvenido al cuestionario: ¿Quién eres en Classroom of the Elite según tus preferencias alimentarias?

Sobre Classroom of the Elite en pocas palabras:

Classroom of the Elite es una serie de anime que se desarrolla en una escuela de élite donde los estudiantes son clasificados por su rendimiento académico. La historia sigue a un estudiante llamado Kiyotaka Ayanokoji, quien oculta su verdadero potencial y se une a una clase de bajo rendimiento. Junto con sus compañeros de clase, luchan por ascender en la jerarquía escolar y descubren los secretos oscuros detrás de la escuela. La serie explora temas como la competencia, la discriminación y la corrupción en un entorno escolar altamente competitivo.

Conoce a los personajes de Classroom of the Elite

Ayanokojie Kiyotaka

Ayanokojie Kiyotaka es ese tipo que siempre parece dos pasos por delante y a la vez actúa como si no entendiera nada — pero claro que entiende TODO, es el maestro del cara de póker. Frío, eficiente y un poco misterioso, hace las cosas con una calma que da escalofríos, aunque a veces se le escapa una sonrisa ridículamente humana. Tiene una habilidad para manipular situaciones sin que nadie note que los manipula, y eso me encanta, es casi como ver ajedrez en tiempo real. Ah, y curiosamente le puedes ver leyendo novelas románticas a escondidas… o eso juro haberlo visto una vez, podría ser mentira.

Sakayanagi Arisu

Sakayanagi Arisu es la reina fría y elegante que manda sin pedir permiso, y lo hace con estilo: impone solo con la mirada. Calculadora, perfeccionista y raramente sorprendida, su seguridad te deja sin palabras pero también da un poco de miedo (en el buen y en el malo sentido). Es brillante en estrategia, se nota que disfruta controlando el tablero, aunque de vez en cuando tiene una risa que no pega nada con su imagen — como si tuviera un botón secreto de sarcasmo. A veces es cruel, a veces es justa, y otras veces simplemente parece estar probando teorías sociales sobre la marcha.

Horikita Manabu

Horikita Manabu es ese alumno que respira disciplina y odia la incompetencia a niveles casi personales; serio en extremo, pero con un sentido del deber que inspira. Directo, orgulloso y con un código muy firme, puede parecer inflexible pero lo hace porque cree en la justicia (sí, justo él creyendo en eso, mira tú). Tiene una dedicación brutal al trabajo y a las reglas, aunque en un momento dado confiesa que odia cierto tipo de té, o era café, no sé, detalles. Se le respeta y se le teme un poquito, aunque también, ojo, tiene momentos raros de torpeza social que lo humanizan totalmente.

Miyabi Nagumo

Miyabi Nagumo es encantadora y aparentemente relajada, como si flotara por la escuela sin preocuparse — pero con ojo clínico para las personas. Amable, observadora y un poco juguetona, parece tener un radar para las debilidades ajenas y sabe exactamente cuándo intervenir. Hay un lado maternal mezclado con una astucia fría que sorprende; te abraza y luego te hace pensar que fuiste descubierta. Además jura ser fan de la música clásica y al mismo tiempo tiene una playlist de canciones pop vergonzosas; contradicciones, mi gente.

Koenji Rokusuke

Koenji Rokusuke es la versión “tremendamente carismática pero peligrosamente impredecible” del grupo; te cae bien y luego te asusta. Extrovertido, exagerado y con un sentido del show que no tiene límites, mete caos donde puede y rara vez toma las cosas en serio — hasta que las toma. Tiene un don para la manipulación social, pero también una sinceridad rara cuando está borracho (o muy emocional, depende del día). Creo que colecciona llaveros extraños y a la vez odia todo lo que brilla demasiado; contradicciones, claro.

Ichika Amasawa

Ichika Amasawa es dulce y parece inofensiva, pero no te confundas: tiene una fortaleza interior que no se espera de alguien tan tranquila. Paciente, empática y con una empatía casi dolorosa, suele ser la voz calmada que trae sentido común en pleno desastre. Le gustan los pequeños detalles — guarda notas, recuerda cumpleaños, hace té perfecto — y a la vez puede soltar un comentario afilado que te deja pensando. A veces se muestra tímida y otras veces de repente actúa como si fuera la más atrevida del grupo; me encanta esa sorpresa.

Ryuen Kakeru

Ryuen Kakeru es el antagonista carismático que disfruta pisar las reglas y reescribirlas mientras te observa con una sonrisa de “ya verás”. Manipulador, sádico con estilo y extremadamente controlador, tiene un magnetismo oscuro que atrae y repele a la vez. Es el tipo que crea tensiones a propósito, como si estuviera haciendo un experimento social sin permiso, y te pones nervioso solo de pensar en lo que tramará después. Ah, y es probable que adore los sombreros raros o tenga una fijación por las frases elegantes; no sé, detalles sueltos que suman misterio.

Ichinose Honami

Ichinose Honami es la razón por la que uno cree en la bondad práctica: organizada, amable y con un sentido de responsabilidad que reconforta. Siempre dispuesta a ayudar y a buscar soluciones equilibradas, es la clásica “líder buena onda” que mantiene al grupo unido. No es perfecta: se enoja cuando las cosas se desordenan y guarda resentimientos como quien guarda galletas, en secreto. Tiene un lado competitivo oculto que sale con una taza de té y una mirada decidida; dulce pero letal en término medio.

Horikita Suzune

Horikita Suzune es concentrada, seria y con una ambición que podría mover montañas si le dejas espacio; es la perfección hecha estudiante. Fría en apariencia, intensamente racional y con una ética de trabajo que da miedo, persigue la excelencia con una pasión casi obsesiva. No es que no tenga corazón — a veces se le asoma en gestos pequeños, torpes y hermosos — pero lo protege como si fuera un tesoro delicado. Y sí, tengo la sensación de que secretamente colecciona post-its de colores y después lo negará con vehemencia.