Sobre Daria en pocas palabras:

“Daria” es una serie de televisión animada que se transmitió en MTV. Centrada en la vida del personaje titular, Daria Morgendorffer, el programa explora las pruebas y tribulaciones de la vida adolescente con un giro sarcástico. Junto a su mejor amiga Jane Lane, Daria navega por los altibajos de la escuela secundaria, lidiando con profesores entusiastas, compañeros superficiales y su hermana menor obsesionada con la moda, Quinn. La serie es conocida por su humor sarcástico, comentarios perspicaces sobre la adolescencia y su protagonista único y serio.

Conoce a los personajes de Daria

Daria Morgendorffer

Daria es ese tipo de protagonista que te roba la escena con una sola línea seca y te hace reír aunque estés llorando por dentro, en serio. Sarcástica, brillanto y profundamente perezosa en lo social, tiene un radar para la hipocresía que asusta (y a veces lo exagera, claro). Le gusta leer —poesía, novelas raras— y también colecciona cuadernos con garabatos que nunca muestra a nadie, o eso dice. Es un poco contradictoria: afirma que no le importan las redes sociales pero en el fondo toma nota mental de todo, como una detective emocional.

Jane Lane

Jane es la mejor amiga artista que todos quisimos tener: creativa, leal y con un sentido del humor seco pero cálido; y sí, fuma en las esquinas de forma muy cool (o al menos así lo imagino). Vive en su propio universo artístico lleno de pinturas, fanzines y playlists imposibles; es más expresiva que Daria pero igual de buena observadora. Tiene una relación con Trent que es a la vez caótica y adorable, y suele tener opiniones intensas sobre bandas que nadie conoce. A veces parece super despreocupada, otras veces actúa como si su arte fuera la cosa más seria del mundo (spoiler: lo es para ella).

Quinn Morgendorffer

Quinn es la reina del campus —o eso piensa—: optimista, fashionista y totalmente entregada al glamour del club social, pero no es tan superficial como parece (¿no es obvio?). Ama las compras, los peinados y las fotos perfectas, pero también tiene momentos extraños de empatía y confusión existencial que te rompen el estereotipo. A veces se pierde en detalles ridículos (glitter everywhere) y al minuto siguiente te defiende ferozmente a su familia; sí, contradicciones, la vida. Es contagiosa, luminosa y un poco desastre, y por eso la quieres aunque te saque de quicio.

Trent Lane

Trent es el músico encantador y perpetuamente relajado que vive en una nube de acordes inacabados y camisetas vintage, y honestamente esa vibra floja es todo su encanto. Es romántico con Jane de una manera muy despreocupada: no es del todo responsable pero tiene corazón, y sus canciones siempre suenan a confesión a medias. Tiene fama de eterno proyecto (no terminas nunca ese álbum) pero cuando se pone serio puede ser sorprendentemente sabio. Huele a ruta de carretera y café frío, o eso dicen sus amigos; él lo negaría, probablemente mientras borra una letra en su libreta.

Jake Morgendorffer

Jake es el papá ansioso y siempre bienintencionado que trabaja en una oficina (muy oficina) y cree firmemente en el orden, la planificación y los proyectos de fin de semana con taladro incluido. Un poco neurótico, se frustra con facilidad y busca validación profesional y social como si fueran medallas; a la vez tiene momentos de orgullo paternal que te derriten, rara avis. Trata de ser moderno y “en onda” pero a menudo termina haciendo chistes que solo él entiende; aún así, si hay que defender a la familia, aparece. Es un cúmulo de inseguridades disfrazadas de control y esfuerzo constante, adorablemente humano.

Helen Morgendorffer

Helen es la madre trabajadora, súper ocupada y aparentemente imparable: ambiciosa, elegante, políticamente activa y con una agenda que haría sudar a cualquiera. Se preocupa por la imagen y el éxito, pero no es fría; tiene un lado cariñoso y a veces culpa porque no siempre puede estar presente (y lo comenta mucho, lo cual es adorably awkward). Le encanta el yoga, las reuniones de networking y las frases motivacionales, aunque de vez en cuando se ponga a comprar ropa impulsivamente (sí, contradicción). Su mezcla de pragmatismo y aspiración la hace real: quiere hacerlo todo y a veces se siente culpable por no lograrlo, como cualquiera.