Sobre Elite en pocas palabras:

Elite es una serie española de televisión que sigue la vida de un grupo de estudiantes en Las Encinas, una escuela privada exclusiva en España. La serie explora temas como la riqueza, la clase social, la sexualidad y la corrupción. La trama gira en torno a un asesinato misterioso y los secretos oscuros de los personajes principales. La serie ha sido elogiada por su actuación, cinematografía y guión inteligente. Elite es una serie emocionante y adictiva que ha ganado seguidores en todo el mundo.

Conoce a los personajes de Elite

Samuel Garcia

Samuel es ese chico que parece que siempre va con el corazón en la manga y la sonrisa a medias, como si estuviera a punto de confesar algo importante. Leal hasta decir basta, protector con sus amigos y con una ternura que a veces le juega en contra (se le encharcan los ojos si habla de su familia, no puede evitarlo). A veces actúa como si supiera exactamente qué hacer y otras veces da pasos en falso y se mete en líos por intentar arreglar todo. Tiene esa mezcla de inseguridad y coraje que lo hace entrañable, y creo que también guarda una vieja patineta en el balcón aunque jure que ya no la usa.

Omar Shanaa

Omar es calmado, elegante y con una mirada que entiende más de lo que dice; de esos personajes que transmiten justicia antes que ruido. Orgulloso de su identidad y su familia, pero atormentado por las expectativas y por relaciones que lo ponen contra la pared (y contra su propia necesidad de ser libre). Es un tipo que puede parecer silencioso en clase y luego explotar con pasión —muy buen sentido del humor si le das confianza—. Ah, y siempre cocina cosas raras que huelen bien pero que a veces quema, no sé por qué lo recuerdo así.

Ander Munoz

Ander es pura intensidad emocional y estilo: frágil y feroz al mismo tiempo, con un drama interno que a veces es imposible no adorar. Tiene un gusto por la moda y por decir la verdad en el momento menos oportuno, y aunque pueda parecer vulnerable tiene una fortaleza hecha de cicatrices. Es el amigo que te saca una sonrisa con una frase ácida y te deja pensando dos días con una confesión sincera. Contradictoriamente, es perfeccionista pero su cuarto parece un caos organizado (o eso dice él; jura que lo tiene todo controlado).

Guzman Nunier

Guzmán es el típico líder con corazón de melocotón: duro por fuera, sentimental por dentro, y para qué negarlo, el que pone orden cuando todo se va al garete. Tiene códigos, es orgulloso y a veces un poquito patético en su intento de hacer lo correcto, pero funciona porque lo hace con convicción. Le encanta el fútbol (aunque no siempre gane), y secretamente le saca jugo a ver pelis románticas cuando nadie lo mira. También llora en los finales felices y después finge que era por el aire acondicionado; dramático pero tierno, vamos.

Cayetana Grajera

Cayetana es la reina del drama y del comentario punzante; elegante, afilada y con esa superioridad que a veces da mucho miedo y a veces da risa. Tiene maneras aristocráticas, pero no es solo mala por ser mala, hay capas ahí, heridas y orgullo mal curado. Es la clase de persona que te hace sentir pequeña y luego te rescata cuando nadie más lo hace (o al menos eso cree). Y ojo, jura que odia las flores pero siempre tiene un ramo raro en su cuarto —hipócrita sexy, básicamente.

Rebeca de Bormujo

Rebeca es explosiva, teatral y adicta a la vida como si fuera una serie que no quiere que termine nunca. Vanidosa, ambiciosa y con un radar para el escándalo, te atrapa y te empuja a hacer cosas que nunca pensaste. Tiene un humor afilado y un ego que puede ser adorable o insoportable según el día (depende del café). Siempre lleva gafas de sol, incluso en interiores, y colecciona frases para humillar con estilo, lo cual es, admitámoslo, bastante entretenido.

Nadia Shanaa

Nadia es pura disciplina y cerebro, la chica brillante que convierte la constancia en arte; seria cuando toca, pero con una paciencia infinita. Firme en sus valores y con un amor por los estudios que raya en lo obsesivo, pero también con un corazón enorme para quien sabe buscarlo. Le gusta que las cosas tengan sentido, odia el desorden (aunque a veces su escritorio sea un caos inexplicable). Y por alguna razón secreto, le encanta cantar en la ducha canciones pop ochenteras; nadie lo diría a primera vista.

Polo Benavent

Polo es tormenta: impredecible, oscuro y peligrosamente magnético; da miedo y pena a la vez, una mezcla rara que no puedes dejar de mirar. Vive lleno de remordimientos y decisiones horribles que lo empujan a la autodestrucción, pero también tiene momentos de ternura que te rompen. Es el tipo que hace cosas que no puede explicar y luego escribe notas que nunca envía; contradictorio, como si su alma fuera una pila de papeles arrugados. Y sí, se esfuerza por parecer normal pero su risa a veces suena rara en las fotos, ¿no lo notan?

Carla Roson

Carla es fuego y estrategia: manipuladora, encantadora y peligrosa en tacones, con una inteligencia emocional que da miedo. Controla la escena como si fuera su hogar y tiene esa habilidad de convertir problemas en ventajas, aunque pagues el precio. También es profundamente humana bajo la coraza, con miedos que aparecen cuando menos te lo esperas (y que la hacen, de algún modo, más cercana). Y por cierto, cocina fatal pero insiste en que sus tartas son “experimentales”, cosa que cuando las pruebas no puedes creer que lo diga tan en serio.

Lu Montesinos

Lu es puro glamour y drama; caprichosa, directa y siempre enfocada en lo suyo aunque a veces pierda el rumbo por completo. Tiene una estética perfecta y un ego grande, pero también inseguridades que explotan en momentos inesperados —es como ver una telenovela en tiempo real. Le encanta mandar (y creer que no), y es increíblemente leal a su grupo aunque lo niegue hasta con la última lágrima. Ah, y colecciona bolsas de diseñador pero guarda una vieja muñeca en la mesilla que dice que es “feo recuerdo”, lo cual no tiene sentido pero la cosa es así.

Inspectora

La Inspectora es firme, agotada y extremadamente observadora, ese tipo de persona que ha visto demasiado y aún así no baja la guardia. Tiene un sentido del deber que pesa (literalmente) en sus hombros y una paciencia de acero, pero también momentos de cinismo que aparecen con el café a las seis de la mañana. No es de muchas palabras, pero cuando habla todas escuchan porque siempre apunta al punto exacto; sí, es la que resuelve el nudo. Y curiosamente guarda en su libreta garabatos y frases de canciones, como si necesitara algo bonito entre tanto expediente.