Sobre Kengan Ashura en pocas palabras:

Kengan Ashura es un anime de acción y artes marciales que sigue a un empresario llamado Nogi Hideki, quien organiza peleas entre luchadores de élite para resolver conflictos comerciales. El protagonista es un luchador llamado Tokita Ohma, quien lucha en nombre de Nogi y se enfrenta a otros luchadores poderosos en el torneo Kengan. La serie está llena de peleas emocionantes y personajes interesantes, y también explora temas como la lealtad, la amistad y la ambición. Kengan Ashura es una serie emocionante para los fanáticos de la acción y las artes marciales.

Conoce a los personajes de Kengan Ashura

Ohma Tokita

Ohma es puro fuego, no hay otra forma de decirlo — un torbellino de puños y orgullo que vive para pelear, con esa sonrisa medio salvaje que te pone los nervios de punta. Tiene un pasado misterioso que todos intentan descifrar, aunque él se distrae con cualquier reto y con pelear por deporte, honor o por el placer de ver caer a su rival (o eso dice). A veces parece un chico imprudente que no piensa, y otras veces tiene una claridad táctil que raya en lo inquietante; es contradictorio y por eso encanta. Ah, y jura que no le importa la fama pero le encanta cuando la gente grita su nombre… qué original, ¿no?

Kazuo Yamashita

Kazuo es el típico oficinista nervioso que termina metido en un mundo de peleas por accidente y, sorpresa, resulta ser sorprendentemente valiente cuando cuenta. Es el cerebro cotidiano: táctico, con miedo escénico y una capacidad para mantener la calma en los peores líos (hasta que suelta un “¡no puedo!” y todos se ríen). Tiene esa ternura de trabajador resignado que de vez en cuando suelta una frase brillante de pura lógica — o pura suerte, no sé, da igual, funciona. Y sí, come onigiri a cualquier hora y se pierde en los pasillos del edificio como si fueran laberintos personales.

Hideki Nogi

Nogi es el hombre trajeado, la sombra tras la cortina: calculador, con una sonrisa que no siempre llega a los ojos y obsesionado por el poder corporativo, pero también con un extraño código de honor. Es frío en los negocios, pero en su cabeza todo es una partida de ajedrez — y guarda secretos que a veces asoman como pequeñas grietas humanas. Lo extraño es que siendo tan pragmático, tiene manías muy personales, como coleccionar relojes o escuchar música clásica antes de una negociación; algo así como un ritual. Se deja llevar por los resultados, pero cada tanto se le ve aflojar la corbata y mostrar que, sí, también es de carne.

Kaede Akiyama

Kaede es pura iniciativa: trabajadora, directa y con nervio de investigadora clandestina, no te sorprendas si la ves husmeando donde nadie debería. Tiene pinta seria pero en el fondo disfruta de los detalles ridículos de la vida — colecciona llaveros o algo así, no lo sé, lo vi una vez en su mochila. Es dura con los demás pero secretamente muy protectora; confía en pocos y en esos pocos se vuelve mitad apoyo, mitad catapulta para que hagan lo imposible. A veces se pone sentimental con cosas pequeñas (publicidad cursi, por ejemplo) y otras actúa como si nada, esa dualidad la hace interesante.

Lihito

Lihito es energía pura: explosivo, veloz, con movimientos casi juguetones, como un niño que encontró la mejor diversión del mundo en pelear. Parece despreocupado y a la vez está todo el tiempo afinando técnicas, raro equilibrio; se mete en líos por gusto y por orgullo, y le encanta presumir, pero luego puede desaparecer y volverse misterioso. Tiene una sonrisa contagiosa y una frase favorita que repite demasiado, les aseguro, pero no recuerdo cuál ahora (maldito fan brain). Y ojo, es más listo de lo que aparenta, usa trucos que nadie espera — o que nadie quiere ver.

Jun Sekibayashi

Jun es la versión elegante del peligro: cortes rectos, técnica impecable y esa calma que te pone alerta porque sabes que cuando se mueva, dolerá. Habla poco, observa todo y sus victorias suelen ser frías y metodológicas, como si hiciera cálculos en la cabeza antes de cada golpe. Tiene un par de hábitos raros —le gustan las tazas de té antiguas, dicen— y eso le da un aire de caballero raro que choca con su brutalidad en el ring. No es el tipo que presume, prefiere que sus acciones hablen, aunque a veces su mirada es demasiado ropa vieja y misterio.

Cosmo Imai

Cosmo es un personaje medio extravagante, con estilo, olor a colonia cara y un ego que casi se siente en el aire; flamboyante y peligroso, típico showman. Suele hacer piruetas verbales y técnicas, muestra, se exhibe, pero ojo: debajo del glamour hay mucha preparación y alguna escena de trauma que lo justificó todo (o eso cuenta por ahí). Es el tipo que te regala una sonrisa y al segundo te fríe en el ring con una llave que no viste venir; encantador y letal, una combinación que funciona demasiado bien. Y no me pregunten si tiene una mascota exótica, juraría que sí, pero no estoy seguro — me lo imagino con un loro, ¿por qué no?

Setsuna Kiryū

Setsuna es la tormenta silenciosa: callado, intenso, con un pasado que pesa en los hombros y lo convierte en alguien a la vez frágil y peligroso. No se rinde, pero tampoco busca aplausos; pelea porque algo dentro suyo lo empuja, y eso lo hace casi trágico, en el mejor sentido dramático. Tiene gestos casi robóticos a veces, luego se ríe como si nada, contradicción pura, y te quedas pensando “¿qué demonios vio este tipo?”. En combate es preciso, frío y a menudo subestima el drama externo porque está demasiado ocupado con sus propios demonios — pero cuando le sale una sonrisa, uff, cambia todo.