Sobre Kimi wa Houkago Insomnia en pocas palabras:

Kimi wa Houkago Insomnia es una serie de anime que sigue la historia de Shoutarou, un estudiante de secundaria que tiene problemas para dormir por las noches. Un día, conoce a una chica llamada Maki, quien también sufre de insomnio. Juntos, intentan encontrar una cura para su problema mientras enfrentan los desafíos de la vida escolar y las relaciones románticas. La serie explora temas como la amistad, el amor y la salud mental, y presenta personajes interesantes y bien desarrollados. Con una animación hermosa y una banda sonora encantadora, Kimi wa Houkago Insomnia es una serie que vale la pena ver.

Conoce a los personajes de Kimi wa Houkago Insomnia

Isaki Magari

Isaki Magari es ese tipo que parece siempre medio dormido pero en realidad está calculando mil cosas, un misterio andante que te hace querer saber más. Callado, sarcástico a veces y sorprendentemente protector —se preocupa por los demás aunque lo niegue con orgullo—. Dice que odia el amanecer pero se queda mirando el cielo a escondidas; también jura que no le gustan los dulces y luego se come tres de una sentada, típico. En la trama es el pegamento silencioso, el que entiende sin necesidad de muchas palabras, y eso te vuelve loco. Ah, y tiene una manía rara con los calcetines desparejados, no sé por qué, pero lo imagino así.

Ganta Nakami

Ganta Nakami es pura energía nerviosa, el amigo que siempre tiene una opinión y mil preguntas, a veces demasiado honesto y un poco torpe, lo cual lo hace entrañable. Se emociona con facilidad, se enoja rápido y se arrepiente igual de rápido; un huracán de emociones, en serio. Le encanta caminar por la ciudad de noche (o piensa que le encanta, aunque muchas veces se queda dormido en el sofá), y tiene una risa contagiosa que salva escenas. En el grupo cumple el rol de corazón impulsivo, el que mete la pata pero también la arregla con más corazón que sentido común. Y sí, colecciona bolígrafos porque “alguno será el ideal” —y lo cree de verdad.

Usako Kurashiki

Usako Kurashiki tiene un aire misterioso y un poquito excéntrico, siempre con un detalle raro en su ropa —algo conejil, literal o figurado— que te hace sonreír. Es observadora, casi detectivesca, pero también tiene momentos de timidez extrema; a veces habla como si tuviera un plan secreto y otras veces se queda muda porque se le escapó algo tierno. Le gusta leer cosas oscuras y luego te regala un pastelito como si nada, es contradictoria pero en el buen sentido. En la historia es la que guarda secretos y los suelta en el momento exacto para que todo cambie (sí, dramática). Y por alguna razón siempre sabe dónde está la mejor cafetería, aunque odie el café amargo.

Yui Shiromaru

Yui Shiromaru es el tipo de personaje que parece flores y brillo pero tiene espinas; súper expresiva, cálida y un poco impredecible, te hace reír y llorar en la misma escena. Habla mucho, a veces demasiado, y a veces se arrepiente y escribe una nota para sí misma (y luego la pierde, claro). Tiene una valentía rara, como si cada noche de insomnio la hiciera más valiente y más frágil a la vez; a veces se lanza sin pensar, otras se queda paralizada mirando el techo. En la historia cumple el papel de la chispa —trae movimiento y dilemas emocionales— y nadie sabe si está planeando algo o solo improvisa con estilo. Ah, y colecciona pegatinas de gatos; no sé por qué lo digo como si fuera obvio.