Sobre Bucchigiri! en pocas palabras:

“Bucchigiri?!” es una serie de anime original japonesa que transporta a los espectadores a un mundo lleno de acción, aventura y fantasía. Animada por el renombrado estudio MAPPA y dirigida por Hiroko Utsumi, con Taku Kishimoto escribiendo el guión, esta serie teje una narrativa alrededor de Araji Tomobishi y sus tumultuosos reencuentros con viejos amigos en medio de batallas contra formidables adversarios. Con su combinación única de comedia, fantasía y temas de delincuencia y vida escolar, “Bucchigiri?!” destaca por su trama cautivadora, desarrollo de personajes dinámico y la misteriosa presencia de un demonio colosal que añade un elemento de suspense e intriga. Este anime promete una experiencia cautivadora para los espectadores, atrayéndolos a su mundo vibrante y a las complejas relaciones y conflictos que lo definen.

Conoce a los personajes de Bucchigiri

Matakara Asamine

Matakara es ese tipo enigmático que parece saber más de lo que dice y aún así anda por ahí con una sonrisa que te desconcierta. Líder natural, calculador, pero con una ternura que aparece en los momentos menos esperados (y te juro que a veces le brillan los ojos cuando habla de libros raros). Siempre tiene un plan, aunque a veces olvida dónde dejó las llaves, lo cual es sospechoso o adorable, no sé. Tiene estilo —un poco desordenado, como si no le importara pero en realidad sí— y una voz que convence hasta a las paredes. Me encanta que dé órdenes pero también llore por un gato, es complicado y perfecto.

Senya

Senya es puro fuego, impulsivo y leal hasta la médula, el tipo que entra en una pelea solo para proteger a alguien y sale con una sonrisa torcida. Tiene un sentido del humor ácido y una risa que envenena y cura al mismo tiempo, ¿sabes? Ama la velocidad, las motos, las carreras improvisadas a medianoche, pero también colecciona peluches de forma casi secreta (lo guardo como dato confidencial). A veces actúa sin pensar y luego hace una escena dramática como si fuera culpa del universo entero; dramático pero adorable. En resumen, intensidad ambulante con corazón enorme.

Arajin Tomoshibi

Arajin es misterioso en plan tranquila tormenta, habla poco pero cuando lo hace parece que el tiempo se ralentiza y todos miran. Tiene un aura casi sobrenatural, como si siempre hubiera leído las instrucciones de la vida mientras los demás improvisan; lo cual suena exagerado pero es verdad, o al menos eso creo. Le encanta encender velas (literalmente y metafóricamente) y coleccionar luces pequeñas que nadie entiende, y es rarísimo porque odia la atención pero secretamente disfruta que lo noten. A veces parece frío, otras veces te regala té y una broma mala; contradictorio, lo veo todo el tiempo. Me flipa cómo mantiene el misterio y a la vez tropieza con cosas domésticas, qué personaje.

Mahoro Jin

Mahoro es la calma hecha persona, amable y con una paciencia enorme, del tipo que abraza hasta los problemas y los hace menos pesados. Tiene manos hábiles (creo que cocinó una vez algo que casi incendia la cocina, pero eso fue una vez, ¿no?), y su voz suena como algodón, muy reconfortante. Aparenta fragilidad pero es sorprendentemente resistente cuando importa; y además canta horriblemente en la ducha, y aun así lo hace cada mañana. Es el alma pacificadora del grupo y a la vez te pega con la mirada si rompes sus plantas, sí, cuidado con eso.

Marito Jin

Marito es serio hasta que no lo es, un tipo de pocas palabras y gestos enormes, protector como nadie pero tan torpe con las demostraciones de cariño que casi duele. Es perfeccionista, organiza todo (sí, incluso el cajón donde guarda calcetines por color) y a la vez guarda cartas de amor que nadie le dio, qué melancolía. Se toma las cosas en serio, pero si hay comida gratis aparece primero en la fila y te guiña un ojo, indignante y tierno. Tiene una moral de acero y una debilidad por la música vieja, siempre tararea canciones de hace siglos, y por cierto, cree que le salen bien los chistes aunque no, nunca.

Kakeru Zabu

Kakeru es un torbellino de energía, bromista, ingenioso y con la habilidad de convertir cualquier plan aburrido en una aventura ridícula e inevitable. Es tecnófilo, siempre con algún gadget raro (o un dron que no siempre obedece), y tiene una risa contagiosa que lo perdona todo —o casi—. Le encanta fastidiar a la gente que quiere, pero también es el primero en quedarse hasta tarde arreglando un problema (aunque luego diga que lo hizo por diversión). Se le puede acusar de imprudente, de tener miedo a las ranas (sí, juraría que le da cosa), y de tener un corazón gigante; es caos adorable.