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Yamada-kun y las Siete Brujas: ¿Qué personaje eres?

¡Bienvenidos al quiz de Yamada-kun y las Siete Brujas! Si eres un fanático de esta serie de anime o simplemente te encanta la televisión japonesa, este es el lugar perfecto para descubrir qué personaje eres. En Yamada-kun y las Siete Brujas, seguimos a Ryuu Yamada, un estudiante de secundaria que accidentalmente descubre que puede intercambiar cuerpos con cualquier persona con la que se bese. A medida que la historia se desarrolla, conocemos a un elenco de personajes interesantes, cada uno con su propia personalidad y habilidades únicas. ¿Eres el astuto Yamada, la dulce y misteriosa Urara, o tal vez el valiente Toranosuke? ¡Descubre quién eres en este quiz divertido y emocionante! ¡Comienza ahora haciendo clic en el botón Comenzar a continuación!

Bienvenido al cuestionario: Yamada-kun y las Siete Brujas: ¿Qué personaje eres?

Sobre Yamada Kun And The Seven Witches en pocas palabras:

Yamada Kun And The Seven Witches es una serie de anime que sigue la historia de Ryuu Yamada, un estudiante de preparatoria que accidentalmente besa a la presidenta del consejo estudiantil, Urara Shiraishi, y descubre que tiene la habilidad de intercambiar cuerpos con ella. A través de una serie de eventos, Ryuu descubre que hay siete brujas en la escuela, cada una con un poder único. Juntos, Ryuu y Urara deben encontrar a las brujas y descubrir el misterio detrás de sus poderes. La serie es una combinación de comedia romántica y misterio sobrenatural.

Conoce a los personajes de Yamada-kun y las Siete Brujas

Miyabi Itou

Miyabi es la típica presidenta del consejo estudiantil que parece sacada de un póster: elegante, controlada y un poco fría, pero ojo, no es mala persona. Siempre tiene todo bajo control… o al menos eso finge, porque se le caen las lápices a veces y lo arregla como si nunca pasara (me mata ese detalle). Tiene un lado secreto sorprendentemente torpe cuando se relaja —le gusta la repostería? o era colección de sellos?—, y eso la humaniza un montón. En resumen: autoridad con corazón escondido detrás de una mirada seria.

Nene Odagiri

Nene es esa amiga explosiva que no te esperabas: ruidosa, ultra-pasional y con ideas raras que terminan siendo geniales, tipo líder de proyecto improvisado. Parece caótica pero en realidad tiene un instinto social increíble, sabe exactamente cuándo empujar o cuándo abrazar (literalmente). Le encanta dramatizar las cosas, a veces llora por una peli y al rato está planeando un festival escolar; contradictoria y adorablemente intensa. Si fuera una prenda sería una bufanda gigante que huele a chicle de fresa, no sé por qué lo imagino así.

Leona Miyamura

Leona (sí, Miyamura, la que parece dura pero es un ovito blando por dentro) tiene ese look punk/tímido que te hace pensar “wow misterio”, y luego la escuchas reír y te derrites. Es reservada, observadora, con una historia complicada que la hace madura pero también le da manías raras (esconde una libreta con garabatos chequísimos). Le mola el silencio y a la vez lo rompe con sarcasmo filoso —puede ser muy directa y, sorpresa, también sorprendentemente cariñosa. Tiene tatuajes? o era una chaqueta con parches… la memoria me falla, pero el vibe está claro.

Toranosuke Miyamura

Toranosuke es ese amigo un poco excéntrico que siempre tiene un proyecto extraño entre manos (probablemente está haciendo un robot o cultiva plantas carnívoras, o ambas cosas). Le encanta la teoría loca y la conspiración ligera, pero es terriblemente leal y protector cuando importa —como ese hermano que no sabías que necesitabas—. Se nota que piensa mucho antes de hablar, y cuando habla suelta frases que son oro puro, incluso si a veces divaga 10 minutos sobre gatos cósmicos. Ah, y tiene un ruidito raro cuando se ríe; lo adoro.

Ryuu Yamada

Yamada es el caos adorable: un rebelde vago, fan de dormir en lugares raros y con un talento insoportable para meterse en líos (y salir con suerte… o con escandalosas improvisaciones). Es leal hasta lo absurdo, tiene sentido del humor ácido y una ternura que aparece en el peor momento posible —como cuando intenta cocinar y básicamente provoca emergencia culinaria. Aparenta despreocupación pero es increíblemente observador, y sí, parece que hace bromas todo el tiempo pero guarda una seriedad que sorprende. Lo imaginas con una camiseta arrugada y un sándwich a medio comer siempre en la mano.

Urara Shiraishi

Urara es la chica modelo: estudiosa, perfecta y con un nervio adorable cuando la presionan; es la personificación del “es demasiado buena para este mundo” pero sin ser empalagosa. Tiene una ética de trabajo brutal y un lado aspiracional —actuación, belleza, disciplina— pero se sonroja con facilidad y a veces mete la pata en lo social (y por eso la quieres más). Es dulce, decidida y tiene esa mezcla de inocencia y fuego interno que hace que cada pequeña victoria suya sea celebrada como si fuera un festival. Además, vive en modo lista de tareas; le encanta tacharlas.

Daichi Shinagawa

Daichi es el típico chico duro con un corazón enorme escondido bajo músculos y ceño fruncido; explosivo, directo y con cero paciencia para tonterías, pero si te conoce se vuelve inexplicablemente protector. Tiene un pasado que lo hace serio a veces, pero juro que también colecciona figuras de acción —o al menos da la impresión de tener hobbies contradictorios—. No es de muchas palabras, prefiere las acciones; eso lo hace magnético y a veces un pelín intimidante, lo admito. Y sí, tiene un grito de guerra interno que suelta en momentos inoportunos; siempre me sorprende.

Noa Takigawa

Noa tiene ese aura de “boy next door” mezcla modelo/popular que te confunde porque es dulce pero con un toque ambiguo, tipo sonrisa perfecta y comentarios que te hacen pensar. Es encantador, cuidadoso con la gente y tiene gustos refinados (café de verdad, no instantáneo), aunque también hace cosas tontas como perder calcetines o hablar solo cuando está nervioso. A veces parece demasiado perfecto y luego se descubre que tiene manías raras, lo cual lo hace real y mucho más interesante. Si fuese un color sería un gris azulado con destellos rosas, suena ridículo pero pega.