Sobre Horimiya en pocas palabras:

Horimiya es una serie de anime que cuenta la historia de dos estudiantes de secundaria, Hori y Miyamura, que aparentemente son muy diferentes entre sí. Hori es una estudiante popular y Miyamura es un chico tímido y solitario. Sin embargo, un día descubren que tienen mucho en común y comienzan a acercarse. La serie sigue su relación y cómo se ayudan mutuamente a superar sus problemas personales. Horimiya es una historia conmovedora y divertida sobre la amistad, el amor y el crecimiento personal.

Conoce a los personajes de Horimiya

Kyoko Hori

¡Kyoko es un torbellino adorable! Mandona y eficiente, parece tener la vida resuelta (bento impecable, calendario perfecto), pero en realidad se queda hasta tarde viendo anime y se olvida de comer a veces —sí, contradictorio, lo sé—. Protege a los suyos con uñas y dientes y te da órdenes como si fuera el capitán de un barco, aunque secretamente ama recibir abrazos ridículamente largos. Es práctica, cariñosa y también un poco competitiva con todo, desde limpiar hasta quién hace el mejor onigiri.

Izumi Miyamura

Miyamura es esa mezcla que te derrite: tranquilo, tímido y lleno de sorpresas (tatuajes, piercings, y una sonrisa que parece guardar historias). Habla poco pero cuando lo hace te hace sentir que llevas décadas con él; súper empático, artista frustrado y fan de cosas raras —sí, colecciona stickers y lee manga romántico a las tres de la mañana—. Es dulce, leal y dramáticamente torpe socialmente; un cliché encantador que funciona porque es genuino. A veces parece inseguro, otras veces su mirada te sugiere que sabe más de lo que dice; encantador y misterioso, punto.

Souta Hori

Souta es el hermano mayor clásico: responsable, cariñoso y con una moral de hierro (aunque a veces da consejos cuestionables, tipo “come más arroz, eso arregla todo”). Trabaja duro, cuida a su hermana como si tuviera un contrato y tiene un sentido del humor seco que aparece cuando menos te lo esperas. Le gusta cocinar (o intenta hacerlo) y es extremadamente protector; también puede ponerse inexplicablemente infantil con ciertas cosas, como figuritas o juegos retro. Esable, predecible en lo bueno y sorprendentemente blando por dentro —aunque nunca admitiría que ve dramas románticos—.

Toru Ishikawa

Ishikawa es ese amigo medio enredado que quieres en tu equipo: sincero, un poco torpe con los sentimientos y ferozmente leal. Tiene historias de amor no resueltas que lo hacen mirar al vacío a veces, pero también se ríe de chistes malos y aparece con snacks cuando menos lo esperas. No es el más expresivo pero cuando se anima es sorprendentemente directo, tipo “te lo digo porque me importa” y ya está, fin de la conversación profunda. A veces se comporta como adulto responsable y otras como adolescente perdido; es encantadoramente inconsistente y por eso lo queremos.

Yuki Yoshikawa

Yuki es puro brillo: corazón gigante, drama teatral y una capacidad asombrosa para olvidar dónde dejó las llaves (o su teléfono, o su bicicleta). Amiga leal hasta el hueso, exagera las cosas para el efecto —pero oye, siempre lo hace con estilo y snacks —y a veces se percata de detalles que nadie más vio, lo cual es sospechoso porque aparentemente no presta atención a nada. Le encanta la moda, los refranes malos y hacer promises que luego cumple a medias; adorable, un poco caótica, y muy humana.

Kakeru Sengoku

Sengoku tiene esa vibra tranquila y seria que a veces asusta pero que en el fondo es muy suave; es el tipo de persona que toma decisiones y, sorpresa, también tiene sentido del humor (se ríe en voz baja). Deportista y disciplinado, pero le encanta la comida casera y a veces se le va la mano con las bromas tontas —le quedan bien, mimo inexplicable—. Es responsable, algo reservado y sorprendentemente protector con quienes quiere; guarda secretos como si fueran libros raros. De vez en cuando actúa como si no tuviera hobbies, pero luego aparece con una planta o una playlist ochentera y todo cobra sentido.

Remi Ayasaki

Remi es la chica que parece salida de una revista: segura, encantadora y con un aura de “yo tengo el control” (hasta que la pillan llorando por un drama baratísimo). Es carismática, un poco competitiva y muy consciente de su imagen, pero cuando te ganas su confianza es sorprendentemente dulce y un poco blanda con sus amigos. Le encanta el pudding (¿por qué siempre pudding?) y los outfits impecables; critica con gracia y abrazo cuando toca, todo al mismo tiempo. Tiene momentos de diva y momentos de amiga leal que nadie veía venir —contraste delicioso—.